El idioma y la educación: una relación complicada

IMLD Infographic 2016 FEB 1_SLa selección de un idioma para el sistema de educación de un país no es un proceso sencillo. Normalmente hay múltiples factores que influyen en la decisión, entre otros: historia colonial, orígenes de los inmigrantes, reconocimiento de idiomas minoritarios, diversidad cultural, intereses políticos. En algunos casos, la instrucción se da en más de un idioma; en otros, puede variar entre la educación primaria y secundaria.

Bajo la telaraña compleja y evolutiva de políticas y prioridades, sin embargo, hay una verdad indiscutible: la enseñanza para y la evaluación de niños en un idioma que entienden resulta en un mejor aprendizaje. Esto es algo que se ha reconocido desde hace algunas décadas. Esta inscrito en la Convención de la OIT de 1989 y en la Convención sobre los Derechos de Niño, así como en la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de 2001.

El documento que publicamos hoy, “¿Si no entiendes, cómo puedes aprender?”, confirma este principio básico, pero al mismo tiempo informa que, a pesar de la gran cantidad de evidencia que apoya este argumento, el 40% de la población mundial todavía no tiene acceso a una educación en un idioma que entiende. Es obvio que la naturaleza compleja de los factores que influyen en las políticas de la enseñanza del idioma sigue teniendo precedencia sobre la acumulación de evidencia.

Países con historias coloniales a menudo enfrentan complicaciones al cambiar a una educación bilingüe, como se puede observar en muchos contextos latinoamericanos donde se sigue usando el portugués, o el español, o en muchos países francófonos de África, donde el francés se sigue usando predominantemente como el idioma de instrucción. Nuestra base de datos sobre la educación (WIDE, por sus siglas en inglés) muestra que esta tendencia es un obstáculo considerable a las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes. En Honduras, en el 2011, el 94% de los estudiantes que hablaban el idioma de instrucción en su hogar aprendieron las bases de la lectura en la escuela primaria, comparado con el 62% de aquellos que no lo hacían.

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De igual manera, en Colombia, en el 2011 el 94% de los estudiantes que hablaban el idioma de instrucción en su hogar aprendieron las bases de la lectura en la escuela primaria, comparado con el 75% de aquellos que no lo hacían.

Las divisiones en el idioma agravan otras desigualdades

Una de las razones por las cuales se repite el énfasis en educar a los niños en un idioma que entienden es que las barreras lingüísticas agravan las divisiones que generan otras desventajas, como la pobreza, el género o la ubicación. Estudiantes de hogares desfavorecidos que hablan un idioma minoritario en casa figuran entre aquellos con los peores resultados. En el 2006, de los estudiantes desfavorecidos en Guatemala que hablaban un idioma minoritario (principalmente indígena) en casa, sólo el 38% aprendieron las bases de las matemáticas, mientras que un 77% de aquellos con recursos y de habla hispana alcanzaron dicho nivel. De tal modo, sin saberlo un sistema monolingüe puede promover desventajas educativas y desigualdades económicas de una generación a otra.

Juntos, el idioma y la etnia también representan una combinación compleja que deben sobrepasar los niños en la educación. En Perú, la diferencia en los resultados de los exámenes entre  niños indígenas y no-indígenas en el segundo grado es significativa y está creciendo. En el 2011, era siete veces más probable que aquellos que hablaban español alcanzaran un nivel satisfactorio de lectura que aquellos que hablaban un idioma indígena.

Cuando se estandarizan los planes de estudio en base a políticas de estado y no se tienen en cuenta los idiomas, tradiciones y costumbres nativos de la gente, se crea una barrera que la gente indígena no puede superar.

Natalee, Docente, Islas de la Bahía, Honduras

Cuando la lengua materna de un niño se enseña al mismo tiempo que se introduce otro idioma, los resultados a menudo mejoran no sólo en el segundo idioma sino también en otras materias. En Guatemala, las tasas de asistencia y graduación de los estudiantes en escuelas bilingües son más elevadas, mientras que aquellas de repetición y abandono son más bajas. Asimismo, tienen mejores resultados en todas las materias, incluyendo el español. Si la educación bilingüe tiene un impacto sobre la reducción de la repetición, también contribuye a reducir costos para el país.

Un idioma puede dividir tal y como puede unir

Tomar una decisión en relación con la política lingüística en las escuelas es algo que se disputa porque la elección del idioma que se usará para instruir puede dividir tal y como puede unir; forma la identidad de un grupo, y por ello puede ser el pegamento que une a las personas, o la barrera que las divide.

En países multiétnicos, en particular, el imponer un idioma dominante único como el idioma de instrucción en las escuelas, aunque a veces sea una decisión que se toma por necesidad, muchas veces resulta en reclamos relacionados con temas más amplios de desigualdad social y cultural. Las poblaciones indígenas de Guatemala, por ejemplo, vieron la imposición del español en las escuelas como otro ejemplo de un patrón más amplio de discriminación. Grupos armados que representaban a las poblaciones indígenas incluían una educación bilingüe y multicultural entre sus demandas para llegar a un acuerdo político, y el acuerdo de paz del país incluyó un compromiso constitucional a tal fin.

IMLD Infographic 2016 FEB 1_SY, mientras que algunos países latinoamericanos –por ejemplo Colombia, Guyana, Paraguay y Perú– van más lejos que otros en la identificación de reformas para mejorar el aprendizaje de grupos desfavorecidos, notablemente las minoridades etnolingüísticas, no es el caso en todos los países.

Con el renovado énfasis sobre la calidad en la agenda post 2015 para la educación, nuestro nuevo documento ayuda a los decisores políticos a encontrar una solución al problema, y presenta algunas recomendaciones clave para asegurar que los niños sean educados en un idioma que entienden.

  1. Se necesitan al menos seis años de instrucción en lengua materna, si los avances hechos gracias a la enseñanza en lengua materna en los primeros años han de mantenerse.
  2. Las políticas de educación deben reconocer la importancia del aprendizaje en lengua materna. Un análisis de los planes de educación de 40 países encontró que menos de la mitad de ellos reconocen la importancia de educar a los niños en el idioma que utilizan en su hogar.
  3. Los docentes deben aprender a impartir la enseñanza en dos idiomas y a entender las necesidades de los educandos que usan un segundo idioma. Una de las razones por las cuales Ecuador ha podido ofrecer una educación bilingüe sólida es porque estableció cinco colegios especializados de formación docente. De igual manera, el Estado Plurinacional de Bolivia creó tres universidades donde se usan idiomas indígenas para poyar el aprendizaje bilingüe.
  4. Los docentes necesitan materiales de enseñanza inclusivos y estrategias de evaluación apropiadas para ayudarles a identificar a los educandos débiles y ofrecerles un apoyo adaptado.
  5. Proveer programas de preparación escolar culturalmente apropiados: Docentes asistentes bilingües reclutados localmente pueden apoyar a niños de minoridades étnicas de comunidades aisladas mientras hacen su transición a la escuela primaria.
  6. Programas de aprendizaje de segunda oportunidad acelerados en idiomas locales pueden ayudar a los desfavorecidos a ponerse al día.

 

 

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