Durante demasiado tiempo, la educación ha estado ausente de las discusiones sobre la política y planificación urbana. A medida que se vaya finalizando la Nueva Agenda Urbana, los que participen en la Conferencia Habitat III deberán tomar en cuenta los beneficios de incluir la educación, la formación y el aprendizaje a lo largo de la vida en el gobierno de una ciudad, los cuales se destacan en el capítulo LUGARES del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016.

Las desigualdades, el desempleo, la discriminación, la violencia, el crimen y el estancamiento económico son retos que enfrentan muchas ciudades en el mundo. Estos retos se están multiplicando a medida que la urbanización se acelera, a raíz de la migración de las zonas rurales, la llegada de refugiados, y el crecimiento global de la población. Ya no causa impacto que, junto a grandes edificios, vastos tugurios se extiendan por las zonas urbanas, y que estos carezcan un acceso a servicios básicos como la educación; esto se ha vuelto normal. En el caso de la educación, por ejemplo, la falta de igualdad en el acceso a escuelas de calidad con maestros de calidad en las ciudades no es infrecuente. Es más probable que muchos niños en los barrios pobres de ciudades como Lagos, Nairobi, y Mumbai, India, se encuentren en escuelas privadas, y no públicas, por el sencillo hecho de que no hay escuelas públicas en los alrededores.

A medida que pasa el tiempo de nuestra nueva era de la Agenda para el Desarrollo Sostenible, se debe reconocer la utilidad de los enfoques multisectoriales para abordar estos temas, incluyendo a la educación como socio. Este es el tema de un evento que estamos llevando a cabo esta semana en Habitat III con los colegas de los sectores de Ciencia y Cultura de la UNESCO, y con los alcaldes que son miembros de la Coalición Internacional de Ciudades Inclusivas y Sostenibles de la UNESCO. Vamos a destacar evidencia que muestra cómo los enfoques participativos encabezados por la educación, que toman en cuenta las necesidades de los desfavorecidos, mejoran la planificación urbana y la toma de decisiones en las ciudades.

Esto se ve, por ejemplo, en el trabajo de la Red Internacional de Habitantes de los Tugurios, que ha ayudado a miembros de la comunidad a documentar desigualdades y reclamar servicios del gobierno local. En colaboración con la Asociación de Escuelas de Planificación Africanas, ha trabajado para aumentar la relevancia de la planificación urbana, especialmente en relación con los asentamientos informales.

Dirigentes citadinos bien informados pueden utilizar la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida para transformar sus ciudades, e incluso para reducir el crimen. En Medellín, Colombia, donde lanzamos el Informe GEM 2016 en septiembre, el alcalde ayudó a transformar la ciudad de una de las más violentas en el mundo a una de las más innovadoras, a través de una estrategia de cambio social encabezada por la educación. A medida que las ciudades se vuelven cada vez más importantes, es necesario mejorar la autonomía local y hacer hincapié en las estrategias de educación para que se vuelvan sostenibles e inclusivas.

Incluir a la educación en el diálogo urbano también puede ayudar a combatir la discriminación arraigada. La formación docente puede hacer frente a los estereotipos en el aula; la inclusión y la tolerancia pueden ser valores clave inculcados mediante una pedagogía colaborativa y abierta, y marcos curriculares que la apoyen. En Berlín, por ejemplo, se han ofrecido oportunidades de educación y empleo como parte de un paquete combinado de proyectos de gestión de los barrios para crear una “ciudad socialmente integradora”.

Cuando nos fijamos en las ciudades donde el ciclismo se ha convertido en uno de los medios de transporte más usados, la educación claramente fue un socio clave para llegar a esta etapa. Dinamarca y Alemania, por ejemplo, enseñaron la práctica del ciclismo a los niños en las aulas para fomentar la introducción de un medio de transporte más ecológico.

Aprovechar este potencial requiere una mejor formación multidisciplinaria que permita a los urbanistas trabajar de manera eficaz con todas las disciplinas y todos los sectores para promover entornos de vida más sostenibles. El trabajo intersectorial no es de fácil; si lo fuera, probablemente se haría mucho más de lo que se hace ahora. En la mayoría de los países, las escuelas y los programas de urbanismo son escasos. India tiene alrededor de 1 urbanista por cada 100.000 habitantes urbanos, por ejemplo, en comparación con 1 por cada 5.000 en Canadá y los Estados Unidos.

“Estoy encantado de que el Informe GEM esté organizado alrededor de las P de planeta, paz, prosperidad y pactos”, declaró David Nabarro, en un evento durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre en Nueva York. “Y felicito a aquellos que lo publicaron por haber introducido dos nuevas P: “place” [lugar en inglés] y proyección, ya que enriquecen la manera en que podemos conceptualizar lo que pueden representar los ODS “.

Nuestro Informe muestra que la educación debe ser incorporada en las políticas urbanas de las siguientes maneras para fomentar ciudades y otros asentamientos humanos sostenibles, inclusivos y prósperos. Ayúdenos a compartirlas por Twitter usando @Habitat3 #Habitat3:

• Garantizar que las zonas urbanas distribuyan equitativamente los recursos públicos, incluyendo los servicios y los maestros de buena calidad, para promover la inclusión social y reducir la desigualdad que resulta de la disparidad en la educación.
• Tomar las medidas necesarias para poner fin a la segregación que resulta de mayores oportunidades de elegir entre escuelas públicas y privadas.
• Trabajar para reducir la violencia en las escuelas, incluyendo la violencia de género y las actitudes discriminatorias entre los maestros.
• Desarrollar la autonomía local y la planificación educativa localizada a nivel sistema, especialmente en las ciudades densamente pobladas de África y Asia, considerando la educación como un tema local, así como nacional.
• Mejorar la integración de la educación en las agendas locales, nacionales y mundiales centradas en la mejora de las ciudades y otros asentamientos humanos.
• Educar a y dialogar con aquellos que están privados de sus derechos, incluyéndolos en la planificación, y colaborar con los actores de la sociedad civil que trabajan con ellos.
• Financiar escuelas y programas de capacitación para los habitantes de los tugurios y otros grupos desfavorecidos que viven en la pobreza absoluta, para que la asistencia que se les ofrece no esté limitada a servicios básicos como la vivienda, el agua y el saneamiento.
• Financiar la educación en relación con el urbanismo para aumentar el número de urbanistas, y promover la integración de la educación, así como enfoques multidisciplinarios.
• Mejorar los programas de urbanismo para que incluyan la participación intersectorial, la participación comunitaria, el “aprender haciendo” y el desarrollo de soluciones pertinentes a nivel local.
• Involucrar a las comunidades en los procesos de consolidación y mejora de las escuelas en las zonas rurales y otras zonas afectadas por la disminución de la población a raíz de la migración.
• Dar seguimiento y abordar cualquier consecuencia imprevista del crecimiento de las economías del conocimiento, tales como el aburguesamiento y la fuga de la clase media, con fuertes políticas económicas y de vivienda para limitar la segregación y el descontento social.