Meta 4.2 – Lo que está en juego para el seguimiento del progreso en relación con la educación de la primera infancia

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4.2 De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria

4.2 SPLa meta del ODS sobre el desarrollo, la atención y la educación de la primera infancia es la única para la cual se han propuesto dos indicadores globales: la tasa de participación en la educación preprimaria, y la proporción de niños que están desarrollándose según lo esperado. Esto refleja tanto un gran interés en las fundaciones del aprendizaje temprano, como en las incertidumbres sobre la viabilidad de medir los resultados del desarrollo de la primera infancia.

La meta 4.2 reafirma el énfasis de la comunidad internacional en asegurar una base sólida para todos los niños del grupo etario más joven a través de la educación y la atención de la primera infancia. El seguimiento de los conceptos de la meta plantea al menos dos retos: en primer lugar, aún no hay información suficiente sobre cuántos –y cuáles– niños se benefician de la educación preprimaria durante al menos un año; y, en segundo lugar, mientras que el objetivo va más allá de la atención y la educación e incluye el desarrollo de la primera infancia, un mecanismo de seguimiento para este último apenas se ha empezado a elaborar.

Mejorar las fuentes de datos para medir la participación en la educación de la primera infancia

Comparar las tasas de participación de un país a otro es más difícil en relación con la educación preprimaria que con la primaria y secundaria. En primer lugar, son relativamente pocos los países que ofrecen una educación preprimaria gratuita y/u obligatoria: es obligatoria en 50 países, y gratuita y obligatoria durante al menos un año en tan sólo 38.

En segundo lugar, los grupos etarios de la educación preprimaria y las edades de entrada a ella son menos estandarizados que a otros niveles. La tasa bruta de matriculación en la educación preprimaria se ha utilizado tradicionalmente para el seguimiento de la participación. Refleja el número total de niños matriculados en la educación preprimaria como un porcentaje de todos los niños en edad preescolar según lo definido por cada país. A nivel mundial, esta proporción fue del 44% en 2014.

Sin embargo, esta relación subestima el porcentaje de niños que han estado en la escuela preprimaria durante al menos un año, que es el enfoque del Marco de Acción Educación 2030. El Instituto de Estadística de la UNESCO ha introducido un nuevo indicador, que muestra que, a nivel mundial, alrededor del 67% de los niños que tienen un año menos que la edad de ingreso a la escuela primaria se matriculó en la educación preprimaria o primaria en 2014.

Este es un indicador considerablemente mejorado. Sin embargo, una desventaja obvia es que incluye a los niños que se inscriben en la escuela primaria de manera anticipada, de los cuales algunos no han participado en cursos preescolares, lo que significa que la matrícula de la enseñanza preescolar está ligeramente sobreestimada.

Este indicador se aproxima a, pero no siempre coincide con, la evidencia de las encuestas de hogares. Las encuestas de hogares estiman la experiencia previa en la educación preprimaria entre los estudiantes de primer grado a partir de preguntas dirigidas a sus padres y tutores. Tienen la ventaja de darle seguimiento a los niveles de asistencia por características individuales distintas al género. Entre aquellos de 3 a 4 años de edad en unos 50 países de ingresos bajos y medios, era casi seis veces más probable que los niños de los hogares más ricos participaran en la educación de la primera infancia que los niños más pobres.

También es posible que sea más fácil para las encuestas de hogares registrar la asistencia en las escuelas preescolares privadas, que son comunes en muchos países de bajos y medianos ingresos, y que no siempre se registran en las fuentes de datos gubernamentales.

iso-instagramIncluso las encuestas de hogares existentes no reflejan adecuadamente la diversidad de servicios disponibles. Los enfoques actuales para la medición no toman en cuenta muchas de las características de las prestaciones. Por ejemplo, ¿qué tan fuertes son los componentes de educación y aprendizaje en los programas para la primera infancia organizados más allá de la educación preprimaria? Las encuestas de hogares nacionales e internacionales deben mejorar sus preguntas para capturar los diferentes programas de aprendizaje organizados.

Desarrollar mecanismos de seguimiento de los resultados de desarrollo de la primera infancia

La meta 4.2 se centra en garantizar que los niños comiencen la escolarización formal según lo que se anticipa en términos de desarrollo y “preparados para la enseñanza primaria”. Esta visión holística marca un cambio del enfoque de desarrollo infantil basado exclusivamente en indicadores relacionados con la salud.

El indicador global es la “proporción de niños menores de 5 años de edad que están desarrollándose según lo esperado en términos de salud, aprendizaje y bienestar psicosocial”. Pero decidir cuál es la mejor manera de medir el desarrollo infantil es complejo. Se necesita monitorear del desarrollo normativo de una cultura a otra y desarrollar enfoques de medición correspondientes.

La medida del desarrollo de la primera infancia que cubre el mayor número de países es el índice de Desarrollo Infantil Temprano (ECDI, por sus siglas en inglés) del UNICEF. En 56 países en su mayoría de bajos y medianos ingresos entre 2010 y 2015, aproximadamente el 70% de los niños de 3 años de edad y el 80% de los niños de 4 años de edad estaba desarrollándose según lo anticipado según esta definición. Mientras que el índice consta de cuatro componentes, está altamente determinado por uno de ellos: la alfabetización y la aritmética.

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Algunos creen que este enfoque de medición se puede mejorar, porque puede que refleje las normas en materia de educación temprana en lugar de darle seguimiento a la capacidad cognitiva de los niños pequeños. Para entender si los niños están alcanzando su potencial de desarrollo, se necesita más investigación sobre las medidas del desarrollo de la primera infancia que sean aplicables en una amplia gama de países.

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