Comparar el aprendizaje en diversos sistemas: un desafío global

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Hasta hace poco, los sistemas educativos se centraban casi en su totalidad en la medición del acceso a la escuela y la finalización de la misma, en lugar de lo que los estudiantes aprendían de su experiencia escolar. Desde el año 2000 se ha producido un pronunciado cambio en la medición de los resultados de aprendizaje; cada vez hay más países que evalúan el aprendizaje de los estudiantes con evaluaciones nacionales, regionales e internacionales.

La conveniencia y viabilidad de desarrollar medidas comparables de los resultados de aprendizaje se ha convertido en un tema global, debatido vigorosamente entre los analistas de las políticas, los donantes y los investigadores. Los retos de usar una métrica global para mejorar el aprendizaje también se abordarán en un simposio de dos días que se llevará a cabo esta semana, patrocinado por la Sociedad de la Educación Comparada e Internacional (CIES, por sus siglas en inglés; basada en los Estados Unidos) y titulado: “La posibilidad y conveniencia de medir el aprendizaje a nivel mundial: perspectivas comparativas sobre la investigación, las políticas y las prácticas educativas”. El Informe GEM participará en el evento.

En esta serie de blogs se discutirán preguntas sobre el seguimiento mundial de los resultados de aprendizaje: cómo se pueden medir, y si y cómo se usa la información de las evaluaciones para habilitar el aprendizaje.

Argumentos a favor de las medidas globales de aprendizaje

Los que están a favor de las medidas de los resultados de aprendizaje comparables entre países afirman que son necesarias desde hace mucho tiempo. A diferencia de aquellos en el sector de la salud, los que abogan por la educación no han tenido medidas sólidas de las ganancias de aprendizaje que aporta el haber asistido a la escuela. La difícil situación de millones de niños pobres y marginados, que no logran dominar las competencias básicas durante los grados de la escuela primaria, aunque reconocida, no atrae suficiente atención política y amenaza la consecución de la ambiciosa agenda de desarrollo sostenible. Las medidas globales de aprendizaje ayudarían a abordar esta situación.

Así como mejores datos internacionales sobre los niños que no asisten a la escuela ayudaron a mantener la presión sobre los gobiernos para que aseguraran que todos los niños completaran un ciclo entero de la escuela primaria, el seguimiento global de los resultados de aprendizaje impulsaría a los gobiernos a priorizar el aprendizaje y asegurar que todos los niños adquieran conocimientos básicos y dominen habilidades básicas.

Las medidas de aprendizaje comparables también pueden promover una cultura de transparencia y la formulación de políticas basadas en la evidencia. Pueden contribuir a los debates públicos sobre los resultados de aprendizaje deseados y mejorar las asociaciones internacionales. También pueden ayudar a los países a desarrollar su capacidad para analizar los resultados y evaluar una gama más amplia de competencias.

Los argumentos que plantean preocupaciones acerca del desarrollo de medidas comparables de aprendizaje

Muchos han planteado preocupaciones sobre la naturaleza y el valor de las medidas globales de aprendizaje. Por ejemplo, transferir la atención y los recursos a medidas de aprendizaje globalmente comparables reduciría inevitablemente la gama de resultados de aprendizaje que los países supervisan. El enfocarse exclusivamente en las competencias básicas o mínimas en lectura y aritmética, más susceptibles de medición, puede marginar el valor de una gama más amplia de temas y competencias y puede debilitar las prioridades curriculares nacionales. Asimismo, medir el aprendizaje tan solo en términos de alfabetización y aritmética resulta en una imagen parcial de los beneficios que la escuela aporta a los niños. Los cambios significativos en las actitudes, los valores y el comportamiento de los estudiantes, que son resultados críticos de la educación, probablemente no se medirían y pasarían desapercibidos.

Las medidas de aprendizaje en diversos países conducen inevitablemente a una clasificación de países, ya sea de manera prevista o no, cuyo valor sigue siendo problemático. Las clasificaciones sobre el aprendizaje pueden desalentar la participación de los países en evaluaciones que contribuyen a una reforma política eficaz a lo largo del tiempo. Además, los contextos de aprendizaje son diversos, lo que dificulta el desarrollo e interpretación de medidas de aprendizaje comparables tanto en los idiomas como en las matemáticas.

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PASEC (2015).

Es probable que los costos de las evaluaciones comparativas de aprendizaje, que pueden representar una carga considerable para los países más pobres, resulten en solicitudes de apoyo financiero de los organismos internacionales de ayuda.

Por último, si bien las evaluaciones a gran escala son útiles para el seguimiento del rendimiento de un sistema en su totalidad, la evidencia se limita a cuanto contribuyen a orientar la formación de los docentes y las prácticas en el aula y a mejorar los resultados de aprendizaje a lo largo del tiempo.

¿Cómo pueden unirse las dos partes del debate?

El dicho “no valores lo que mides, mide lo que valores” todavía puede unir a la comunidad educativa internacional en torno a la causa común de mejorar la calidad de la educación. Las capacidades estudiantiles en lectura y matemáticas, que representan habilidades básicas fundamentales, son altamente valoradas. Pueden ser señalizaciones de un sistema educativo que funciona bien. Los datos sobre las habilidades de lectura y cálculo también pueden usarse para examinar cómo el aprendizaje contribuye (o no) a diferentes resultados de desarrollo. Sin embargo, medir las capacidades en estas áreas requiere ser sensibles a contextos nacionales y lingüísticos. La medición de estos y otros resultados de aprendizaje debe ser un proyecto de “código abierto” desarrollado de manera colaborativa y transparente.

Será necesario coordinar esfuerzos para asignar eficientemente los recursos financieros para mejorar la comparabilidad de las medidas de aprendizaje en diversos contextos. La recién establecida Alianza Mundial para el Seguimiento del Aprendizaje, coordinada por el Instituto de Estadística de la UNESCO, cuyo objetivo es armonizar los marcos y las normas de evaluación y ayudar a coordinar los esfuerzos para el desarrollo de capacidades, es una iniciativa bienvenida. También se ha propuesto una nueva iniciativa de la Alianza Mundial para la Educación, la Evaluación para el Aprendizaje, como plataforma; el objetivo principal de esta sería financiar dichas prioridades de desarrollo de capacidades y fortalecer los sistemas nacionales de evaluación del aprendizaje.

Esperamos con interés las opiniones y los debates que surjan del Simposio del CIES esta semana. Los problemas y retos relacionados con este tema son de especial interés para el Informe GEM, especialmente al recopilar y analizar la evidencia relacionada con los diferentes mecanismos de rendición de cuentas, incluyendo las evaluaciones del aprendizaje, para nuestro Informe 2017.

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