Decidamos cómo dar seguimiento a la violencia relacionada con la escuela

1Hoy se inaugura en la República de Corea un gran simposio sobre La violencia y el bullying escolar: de la evidencia a la acción, donde se reunen más de 250 participantes de 70 países para discutir cómo combatir el tema.

Un nuevo Informe de Situación Global sobre la Violencia y el Bullying Escolar fue publicado esta mañana por la UNESCO y el Instituto de Prevención de la Violencia Escolar de la Universidad Ewha Womans. Recopila datos de 19 países de bajos y medianos ingresos, y muestra que el 34% de los estudiantes de 11 a 13 años reportaron que fueron víctimas del bullying en el mes anterior, mientras que el 8% reportó bullying diario.

Estos son hallazgos impactantes. Se suman a muchos hallazgos similares, que nos dan un panorama de la violencia relacionada con la escuela en diferentes países, y regiones, y confirman que el bullying y la violencia escolar son temas a los que todos debemos prestar más atención. Pero, como lo demuestra nuestro nuevo documento, publicado a tiempo para este simposio, estos resultados dispares, tomados de varias encuestas transnacionales y nacionales, casi nunca pueden compararse entre sí. Desde la perspectiva de un órgano de seguimiento que tiene como objetivo analizar la prevalencia global del problema, y ayudar a informar a los responsables de la formulación de políticas con esos hallazgos, es necesario abordar la problemática de la medición.

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Nuestro documento analiza múltiples encuestas transnacionales que abordan la violencia escolar de alguna manera, desde TIMSS, a TERCE, PISA, SACMEC y GSHS, y varias más. También analiza algunas de las encuestas nacionales sobre la violencia escolar más notables, como la Encuesta Nacional del Maltrato Infantil de Chile, el Estudio sobre el Abuso Infantil de India, la Encuesta Nacional sobre la Violencia contra los Maestros de Alemania, y el Estudio Vidas Jóvenes, que abarca Etiopía, India, Perú y Viet Nam con preguntas sobre el castigo corporal.

3La problemática que se destaca una y otra vez es la falta de coherencia entre las preguntas de estas encuestas. Esto se debe principalmente a las diferencias en relación con los objetivos de los investigadores y practicantes, las historias de los estudios, los aspectos culturales, las perspectivas científicas y la disponibilidad de recursos. Esto significa que los resultados de los diferentes estudios se expresan a través de indicadores muy diferentes. Incluso las encuestas que utilizan indicadores similares producen resultados con discrepancias significativas que son difíciles de conciliar.

Veamos algunos problemas tangibles que han sido resaltados por nuestra investigación y que complican la comparación de las encuestas.

Tipo de violencia: El cuestionario GSHS, por ejemplo, captura la violencia física y el bullying, pero no muestra qué tipo de bullying se está abordando y, por lo tanto, pierde la oportunidad de desarrollar el conocimiento sobre el ciberbullying. Tampoco abarca la violencia sexual o la violencia de los maestros hacia los alumnos.

Desglose de género: PISA, por su parte, no logra capturar la dimensión de género de la violencia relacionada con la escuela, que sabemos existe de manera transversal en el tema.

Problemas de tiempo: TERCE no especifica el período cubierto por sus preguntas, mientras que TIMSS, por ejemplo, pregunta específicamente con qué frecuencia ocurrió la violencia y cuándo.

Definiciones: El bullying a menudo se describe de manera diferente en las preguntas utilizadas por las encuestas. HBSC lo llama “burlas repetidas” o “cosas hostiles y desagradables”, además de ser “deliberadamente omitido”, mientras que TIMSS lo relaciona con el intercambio de información embarazosa o la difusión de mentiras, robos, golpes, heridas o amenazas.

Edad: Diferentes encuestas cubren diferentes grupos etarios. Por ejemplo, TIMSS cubre los grados 4 y 8, mientras que TERCE y SACMEQ cubren el 6° grado. Del mismo modo, GSHS/HSBC incluyen a los niños y jóvenes de 11, 13 y 15 años, mientras que PISA solo cubre a aquellos 15 años de edad.

4.A SP¿Por qué, aparte del evidente daño que la violencia escolar causa a los niños y adolescentes, deberíamos preocuparnos por medir y dar seguimiento al problema?

El indicador temático aprobado para la Meta 4a del nuevo objetivo de educación global nos exige medir el porcentaje de estudiantes que sufren intimidación, castigo corporal, acoso, violencia, discriminación y abuso sexual. El Grupo de Cooperación Técnica sobre los indicadores del ODS 4 sigue desarrollando este indicador.

No creemos que este desarrollo pueda cubrir todos los estudiantes y todas las formas de violencia. Es imposible que el indicador lo haga.

Asimismo, creemos que hay tres opciones principales para establecer un consenso entre las diferentes herramientas de medición actualmente disponibles y para ayudar a encontrar los datos que se necesitan para el seguimiento de la Meta:

  1. Estandarizar los resultados de diferentes encuestas utilizando un enfoque de triangulación. Esto implicaría estimar el “riesgo” de que se den incidentes de violencia en un país donde no hay datos disponibles.
  2. Apoyar la convergencia entre las herramientas. Esto animaría a aquellos que desarrollan herramientas a reflexionar críticamente sobre sus métodos. Dicho esto, muchos son reacios a hacer cambios, y existe el riesgo de que la convergencia también reduzca la innovación en lo que refiere a nuevos métodos de investigación.
  3. Seleccionar un instrumento y extenderlo a más países.
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