¿Cómo sufriría la educación sin ayuda de los Estados Unidos?

1Esta semana, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el presidente Trump aumentaría el gasto militar en 54 000 millones de dólares, tomando fondos de programas nacionales y de la ayuda externa para pagar la cuenta. ¿Qué significaría un recorte total de toda la ayuda para la educación de los Estados Unidos?

En 2014, EE UU fue el cuarto mayor donante a la educación, después del Reino Unido, Francia y Alemania, asignando un poco más de mil millones de dólares al sector. Asignó el 88% de sus fondos totales a la educación básica, convirtiéndolo en el mayor donante para la educación básica, seguido por el Reino Unido en segundo lugar.

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Por lo tanto, si EE UU cancela completamente su financiamiento, esta clasificación cambiará dramáticamente. También cambiará la situación de muchos beneficiarios de la ayuda, que han contado con una fuerte financiación de los Estados Unidos durante varios años, y en particular para la educación básica, tal como se muestra en este gráfico.
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Esta situación se puede comparar con la reducción de la ayuda a la educación de los Países Bajos en los últimos años, de 443 millones de dólares en 2008 a solo 170 millones de dólares en 2014, aunque los Estados Unidos cambiarían más drásticamente el paisaje, en vista del tamaño relativo de sus contribuciones.

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Para responder a la pregunta formulada en el encabezado de este blog: la educación –y al decir esto lo que queremos decir es que las niñas y los niños vayan a la escuela y aprendan– sería afectada drásticamente por un cambio de énfasis en la financiación de los Estados Unidos para el sector. Por ejemplo, durante el período 2011-2015, el Informe de Progreso de la Estrategia Educativa de USAID de 2011-2015 muestra que ha apoyado a 151 programas de educación básica en 46 países, beneficiando directamente a más de 41.6 millones de niños y jóvenes. Como ya hemos señalado, esta ayuda está dirigida a algunos de los países más pobres, muchos de los cuales, según nuestro Informe, siguen dependiendo de la ayuda exterior para el 10% o más de su gasto público total en educación.

 

Estrategia de USAID para el periodo 2011-2015
Estrategia de USAID para el periodo 2011-2015

sp cartoonIgualmente, tiene poco sentido intercambiar mayor poderío militar y oportunidades educativas. Especialmente cuando, como incluso los propios militares reconocen, “es crítico elevar y fortalecer la diplomacia y el desarrollo junto con la defensa”. Por ello, no es de extrañar, una de las tres claves de la estrategia de USAID de 2011-2015 fue centrarse en la educación en las regiones afectadas por conflictos.

La paz, no sólo a nivel nacional, sino también a nivel global, no se logrará si no promovemos la educación y el aprendizaje, como lo demuestra nuestra publicación más reciente. Esta es la idea clave que debemos comunicar urgentemente al Congreso de los Estados Unidos, a la Casa Blanca y al Departamento de Estado. Si la educación en aras de la educación no es suficiente para proteger esta ayuda, tal vez el evitar que los Estados Unidos tengan que gastar aún más en su futuro presupuesto militar lo sea. Por ejemplo, en África subsahariana, donde el ejército estadounidense ha ampliado su presencia, la investigación ha demostrado que, en 22 países, existe una probabilidad del 50%  que en las regiones sub-nacionales con una educación media muy baja se sufra el inicio de un conflicto dentro de los próximos 21 años, mientras que el intervalo correspondiente para las regiones con una educación media muy alta es de 346 años.

Por último, pero no menos importante, debemos esperar que se oigan los comentarios del Senador Graham sobre la falta de lógica detrás de la reducción de la ayuda para pagar los presupuestos de defensa. Puede ser que el derecho básico a una educación de calidad ya no sea una base convincente para informar a los tomadores de decisiones; si es así, tendremos que confiar en argumentos financieros para triunfar.

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