La Educación para la Paz en los libros de texto catalanes de Ciencias Sociales

Sandra Martínez Domingo,Técnica de investigación. Instituto Catalán Internacional Para la Paz (ICIP)

En un reciente estudio del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) de la UNESCO, se manifestaba que, entre 1950 y 2011, los libros de texto de enseñanza secundaria habían ignorado o distorsionado los elementos clave que actualmente han demostrado ser primordiales para alcanzar el desarrollo sostenible.

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Existe, por tanto, una falta de abordaje de conceptos esenciales para la cohesión social en las herramientas educativas de muchos países. En aras de hacer frente a esta carencia, la Meta 4.7 del ODS 4 (Educación de calidad) busca examinar cómo se incluyen la ciudadanía mundial y el desarrollo sostenible en intervenciones que afectan a todo el sistema educativo, entre ellos, los libros de texto. Por esta razón, instituciones como la UNESCO recomiendan a los gobiernos que revisen sus libros de texto para asegurar que los contenidos cubran ideas de desarrollo sostenible, tales como cultura de paz, superación de las desigualdades económicas y sociales, equidad de género, interculturalidad, respeto por el medio ambiente y por los derechos humanos y la democracia.

PortadainformeBajo esta misma finalidad, el Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), ha impulsado desde el año 2010 un Observatorio de libros de texto con la colaboración de investigadores de la Escuela de Cultura de Paz (ECP). El objetivo general de este Observatorio es diagnosticar el grado de incorporación de los criterios de la educación para la paz, identificando los principales retos y realizando propuestas de mejora dirigidas a los diferentes actores de la comunidad educativa.

En el marco del Observatorio, se ha publicado recientemente un informe de análisis de la perspectiva de paz de los libros de texto de la materia de Ciencias Sociales (Historia y Geografía) del 3r curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), de ediciones de entre 2007 y 2016.

5Es importante destacar que cuando se habla de educación para la paz en el Informe, se está haciendo referencia a un proceso educativo, continuo y permanente, fundamentado en conceptos de paz positiva; es decir, no solo entendida ésta como ausencia de violencia o guerra, sino como construcción de justicia social. En concreto, se defiende que una educación de calidad debe dotar a los actores educativos de instrumentos para una interpretación crítica de la realidad, para poder afrontarla y actuar en consecuencia. Se apuesta así por una cultura de paz que se correlacione de manera transversal con todos los ODS.

Con esta concepción de paz positiva, e inspirada en la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz (A/RES/53/243) y en las indicaciones de la UNESCO para llevar a cabo una revisión educativa de los libros de texto, el informe analiza, a través de una metodología cuantitativa y cualitativa, seis perspectivas: 1) Paz; 2) Desarrollo; 3) Género; 4) Diversidad; 5) Medio Ambiente y 6) Democracia y Derechos Humanos. A estos seis ámbitos se añade uno (el 7º) sobre las metodologías didácticas promovidas por los libros de texto.

El análisis muestra que algunas perspectivas están desarrolladas desde un punto de vista más transversal que otros, pero con grandes diferencias entre las unidades referentes a temas históricos  y geográficos :

  • En las unidades de historia, la perspectiva de paz (o, más bien, la de guerra) es la más constante, mientras que en las unidades de geografía la perspectiva más presente es la de medio ambiente.
  • La perspectiva de derechos humanos y democracia, a pesar de no ser la más presente, es la más transversal entre unidades de geografía y de historia, aun con grandes variaciones en función de los libros.
  • Las perspectivas de género y de diversidad son las más olvidadas, tanto en las unidades históricas como las contemporáneas sobre economía y organización política.
  • En las unidades de historia del arte son prácticamente inexistentes las seis perspectivas.

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Como este análisis evidencia, todavía sigue siendo una necesidad reforzar el rol de la educación como garante de conocimientos, capacidades, valores y actitudes para un ejercicio responsable de la ciudadanía local y mundial. Así, de acuerdo a las conclusiones, se formulan una serie de recomendaciones a las editoriales y autores de los libros de texto:

  • Velar por una mayor transversalización de las perspectivas, en especial, de las de género y diversidad cultural, planificando anticipadamente como constarán estas perspectivas en los diferentes capítulos de los libros, más que en capítulos puntuales.
  • Revisar los contenidos tratados y las personalidades mencionadas para no sobrerepresentar narrativas de las élites occidentales masculinas y para reflejar la diversidad de la sociedad, incluidos los colectivos más vulnerables o discriminados. Para conseguirlo, sería recomendable reducir el número de hombres occidentales que se citan, y, a la vez, velar para que las proporciones de personas citadas y los contenidos que aportan sean más semejantes a las proporciones reales de la sociedad mundial (civiles/militares, mujeres/hombres, clase baja/media/alta, otros continentes/europeo…).
  • Asegurar una mayor proporción de actividades que permitan poner en práctica las habilidades de pensamiento crítico, la relación con la actualidad y el compromiso cívico (actitudes y acciones en la vida diaria). Es mediante las actividades que parece más adecuado incorporar las reflexiones educativas a través de las diferentes perspectivas analizadas.

Si bien el Informe no pretende añadir contenidos adicionales, debido a la propia limitación de espacio en los libros y de tiempo en las aulas, busca resaltar la importancia de incorporar varias perspectivas de forma transversal en la manera de explicar cada uno de los temas. Es por ello que este análisis pretende ser un punto de partida para invitar a la reflexión sobre cómo adaptar los contenidos y las metodologías educativas de los libros a los valores de la educación para la paz y los derechos humanos, la educación intercultural y la educación para la comprensión internacional.

10Las acciones en pro del desarrollo humano sostenible realizadas en el ámbito de la educación de calidad (ODS 4) no deben desligarse de una educación que promueva la cultura de paz y no violencia, porque el fomento del respeto de la diversidad cultural en el marco de un enfoque basado en los derechos humanos estará propiciando, al mismo tiempo, el entendimiento cultural y la paz, metas del ODS 16 que reclama sociedades pacíficas y justas e instituciones eficaces.

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