Casi todos los países del mundo han ratificado el derecho a la educación, y sin embargo muchas escuelas ya sea se niegan a inscribir a niños con discapacidades o están mal equipados para responder a sus necesidades.
Un reciente informe de Human Rights Watch que analizó la situación en Líbano es un ejemplo de cómo, como pasa en muchos otros países, los niños terminan en instituciones que no deberían proporcionar una educación, o simplemente no van a la escuela.
Obviamente, estos problemas no se limitan a Líbano, como han demostrado muchos Informes GEM anteriores, y como se discutirá en más detalle en el Informe GEM 2020 sobre la inclusión y la educación. La falta de educación adecuada para los niños que viven con discapacidades en muchos países contribuye a que estos la abandonen. El Informe GEM 2015 presentó un análisis de 51 países que encontró una brecha de 10 puntos porcentuales en las tasas de finalización de los estudios primarios entre quienes viven con una discapacidad y quienes no la hacen.
A menudo, cuando los niños pueden inscribirse en la escuela, terminan en instituciones donde, como se muestra en la imagen a la derecha de Human Rights Watch, en Serbia, la calidad de la educación proporcionada y las condiciones distan mucho de ser buenas. En muchos países, estas escuelas especiales a menudo están crónicamente subfinanciadas y carecen de personal docente calificado o de los equipos necesarios para impartir una buena educación.
Además, debido a que las instituciones están lejos de sus hogares, los niños a menudo terminan durmiendo en ellas, separándolos de sus familias durante períodos prolongados. Esta separación es perjudicial para su desarrollo y potencial; integrarlos en las escuelas públicas existentes, mientras tanto, puede romper la segregación que refuerza los estereotipos y consolida su marginación.
Los niños con discapacidades severas pueden requerir un apoyo altamente especializado. Si bien la mayoría de los países han comenzado a transitar hacia el modelo social de discapacidad y educación inclusiva, algunos todavía están a favor de la segregación. El Informe GEM 2016, por ejemplo, mostró que más del 40% de los estudiantes con necesidades educativas especiales en 30 sistemas educativos en Europa estaban en escuelas especiales, pero la proporción era de más de un 80% en Bélgica y Alemania, y casi nula en Italia y Noruega.
La consulta para el Informe GEM 2020 se está realizando actualmente. Nos gustaría invitar a todos los lectores a contribuir, presentando ejemplos interesantes de políticas y prácticas de todo el mundo que destaquen cómo son las políticas de educación inclusiva en diferentes países, y cómo se implementa la educación inclusiva en las escuelas y las aulas.