100 millones de jóvenes siguen siendo analfabetos

ild2018-gif-esEste Día Internacional de la Alfabetización hay mucho que celebrar: el número de jóvenes analfabetos de 15 a 24 años en todo el mundo ha disminuido en un 27% desde 2000, algo que esperamos ver reflejado en una caída de las tasas de analfabetismo de adultos a lo largo del tiempo. Pero esto todavía deja a 100 millones de jóvenes que no saben leer. ¿Cómo quedaron tantos atrás?

Los niveles de analfabetismo son desproporcionadamente altos en África Subsahariana, afectando a uno de cada cuatro jóvenes. Esto no solo se debe a la mala enseñanza, la baja asistencia escolar, la pobreza o el conflicto, sino que también tiene mucho que ver con una política compartida por la mayoría de los países de la región: enseñar a los niños a leer en idiomas oficiales –inglés, francés o portugués– y no en el idioma que hablan en casa. Se estimó en el año 2000 que el 87% de los niños aprendían a leer en idiomas que no hablaban en casa. Para muchos niños, el idioma de instrucción en la escuela es su tercer o cuarto idioma.

En nuestro Informe GEM 2017/8, observamos este impacto de la política lingüística en la alfabetización. Nuestro análisis mostró que, en 36 países de la región, el 69% de los adultos con cinco años de educación en sistemas que privilegiaban los idiomas del hogar podían leer una oración, en comparación con el 41% en sistemas de idiomas mixtos o coloniales. En Côte d’Ivoire, el 55% de los estudiantes de 5º grado que hablaban francés en casa aprendieron lo básico en lectura, en comparación con solo el 25% de los estudiantes que hablaban otro idioma en el hogar.

Un documento de política que publicamos en 2016 titulado “Si no entiendes, ¿cómo puedes aprender?” abogó por la idea de enseñar a los niños a leer en su lengua materna.

literacyMás probabilidades de inscribir a sus hijos en la escuela, y luego participar en el aprendizaje de sus hijos. La instrucción en la lengua materna también mejora la inclusión de grupos desfavorecidos, como las niñas y los niños del campo, que tienen menos exposición a los idiomas oficiales en la primera infancia.

No es necesario erradicar totalmente los idiomas internacionales de las escuelas en África Subsahariana para que las tasas de alfabetización mejoren. La lectura debe enseñarse en el idioma del hogar, lo que podría actuar como un puente entre dos fases del aprendizaje del niño. La instrucción en el idioma del hogar se recomienda para el nivel preescolar y durante varios años en la escuela primaria. Algunos argumentan que debe usarse al menos hasta el final de la escuela primaria: la instrucción bilingüe o multilingüe debe durar entre seis y ocho años para ser eficaz.

La UNESCO ha hecho campaña sobre el uso del idioma del hogar desde 1953. El Informe GEM descubrió en 2016 que, gracias a décadas de promoción en la región, había una tendencia creciente a enseñar a los niños a leer en idiomas locales: 38 de 47 países han adoptado el enfoque. En 2014, el gobierno de Etiopía lanzó un currículo de lectura en siete idiomas etíopes para mejorar las habilidades de lectura. Recientemente, otros actores internacionales también han expresado su apoyo. Por ejemplo, la Alianza Global para la Educación, Save the Children y USAID han hecho un llamado a que los niños aprendan a leer en el idioma que hablan en el hogar.

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Los niños no deben pasar a la lectura en un segundo idioma hasta que hayan desarrollado un amplio vocabulario y un buen dominio oral del idioma inicial, lo que lleva varios años. Pero las investigaciones indican que en la mayoría de los países de África Subsahariana la transición se hizo prematuramente y se perdieron las habilidades de lectura. En un experimento en Camerún en doce escuelas del Distrito Boyo, los niños que aprendieron a leer en Kom, un idioma local, obtuvieron mejores resultados en alfabetización y aritmética que sus compañeros a quienes se les había enseñado en inglés. Pero en 4º Grado, a los ocho años, el inglés se convirtió en el único idioma de instrucción, y el primer grupo de niños perdió rápidamente su ventaja sobre sus compañeros

La implementación de una instrucción bilingüe y multilingüe nos ayudará cumplir con la meta 4.6 de los ODS, “asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética”. No sorprende que la política incluya el Marco de Acción Educación 2030, la estrategia para la consecución del ODS 4.

Todos los países de África Subsahariana son multilingües. En total, hay 2.144 idiomas africanos. Burkina Faso, por ejemplo, tiene alrededor de 60 idiomas. Pero más allá de simplemente reconocer esta realidad, las políticas de educación en la región necesitan dedicar más tiempo a ayudar a los docentes a aprovechar al máximo esta diversidad lingüística.

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