Las niñas desplazadas internamente y la educación en Yemen

para Youmna Fathi Al-Aswadi, autora de un documento de antecedentes para el Informe GEM sobre los Estados Árabes 2019 sobre la migración, el desplazamiento y la educación

7783405658_8d7649bfdd_c.jpgEl prolongado conflicto en Yemen desde marzo de 2015 ha provocado mucho sufrimiento humano. Más de 3,65 millones de personas han sido desplazadas internamente, de las cuales al menos 1,71 millones son niños y niñas.

Los niños y niñas desplazados internamente enfrentan desafíos adicionales a aquellos que han vivido todos los niños y niñas de Yemen antes y durante esta guerra. Desgraciadamente, la mayoría de estos desafíos los enfrentan las niñas, especialmente en lo que respecta a la educación.

La mayoría de los desplazados internos provienen de zonas rurales que perdieron sus medios de vida debido al conflicto. La pobreza impide que la mayoría de los desplazados internos matriculen a todos sus hijos en las escuelas. La mayoría de los padres no pueden permitirse el lujo de pagar la matrícula o los exámenes, la comida, las mochilas escolares, el material de escritorio y otros gastos similares. Si tienen algunos recursos económicos, prefieren utilizarlos para educar a los varones, ya que se cree que es más probable que éstos sean el sostén de la familia en el futuro. Los padres de las zonas rurales valoran más a los hijos que a las hijas. No creen en el valor de la educación de las niñas. Por lo tanto, no consideran que enviar a las niñas a la escuela en las comunidades de acogida sea una preocupación primordial, especialmente dadas las dificultades que están viviendo. Muchos padres y madres tienden a casar a sus hijas para aprovechar su dotación y reducir el número de miembros de la familia, lo que reduce las cargas financieras. Algunas familias casan a sus hijas durante el desplazamiento para proteger a sus niñas de la vergüenza y mantener el honor de la familia.

Dicho esto, algunos padres desplazados internos permiten que sus hijas vayan a la escuela, pero en la mayoría de los sitios donde están alojadas, no hay escuelas para niñas. No se permite que las niñas asistan a clases mixtas. Además, muchos padres prefieren que las maestras de sus hijas sean mujeres. Sin embargo, como señala el Informe GEM sobre los Estados Árabes 2019, al igual que otros funcionarios públicos de las gobernaciones controladas por los houthis, los maestros no han recibido sus salarios desde 2016, lo que ha agravado la escasez de maestras.

Ibs Sena'a school for grils in Sana'a
Ibs Sena’a school for grils in Sana’a

Asimismo, muchas escuelas están total o parcialmente dañadas debido al conflicto, y muchas escuelas se utilizan como refugios para los desplazados internos o como cuarteles militares, lo que exacerba la escasez de escuelas públicas, especialmente en las comunidades de acogida. Esto hace que las escuelas estén superpobladas. Y la situación es mucho peor en las zonas rurales, donde las escuelas son aún más escasas. A los padres desplazados internos les resulta difícil buscar otra escuela que pueda o no aceptar a sus hijas. Es más fácil dejar a las niñas fuera de las escuelas y mantenerlas en casa para que ayuden a buscar agua y realicen otras tareas domésticas. Para las niñas que sí encuentran una escuela, puede que tengan que caminar muy lejos a pie para llegar a la escuela más cercana, lo que supone un viaje peligroso. Durante estos largos viajes a la escuela, las niñas pueden sufrir acoso sexual, que es una de las principales razones por las que los padres retiran por completo a sus hijas de la educación.

Además, la mayoría de las escuelas disponibles sufren una escasez de mobiliario y un sistema de saneamiento perturbado. Las escuelas no son sensibles a las cuestiones de género; por ello, las niñas desplazadas internamente, como cualquier otra niña, no se sienten bienvenidas en ellas, y por lo tanto faltan mucho.

¿Tiene sentido enviar a las niñas a la escuela si la calidad de la educación es tan baja, si no hay maestros, si no hay suficientes libros de texto y si las instalaciones son inadecuadas? El gobierno no tiene ninguna política o procedimiento para hacer cumplir la educación obligatoria de los niños, y en particular de las niñas desplazadas internamente. Ni el gobierno ni la comunidad internacional consideran que la educación sea una prioridad durante las emergencias.

arab-states-reportEl requerimiento de una prueba de certificación previa está complicando las cosas. Como se indica en el Informe GEM 2019 sobre los Estados Árabes, el Ministerio ha eximido a los desplazados internos del pago de los derechos de inscripción y ha autorizado a las escuelas a aceptar a los desplazados internos sin documentos ni certificados. Sin embargo, en la práctica, las escuelas siguen pidiendo a los estudiantes desplazados internos que completen un formulario de historial educativo y que traigan una nota de aprobación de la oficina de educación más cercana. Los funcionarios del ministerio dicen que los registros no se pueden perder porque las escuelas envían listas con los nombres de los estudiantes con una copia del certificado para que se archiven en las oficinas de educación del distrito. Sin embargo, si las escuelas o las oficinas de educación sufren daños y los estudiantes pierden su copia original durante el desplazamiento, no pueden comprobar sus estudios anteriores. Estos problemas afectan especialmente a las niñas, ya que las familias siempre eligen la solución más fácil, dejarlas en casa sin ningún sentimiento de culpa.

Las barreras sociales, culturales y económicas se interponen en el camino de la educación de las niñas, especialmente las más vulnerables. Las familias desplazadas internamente terminan creyendo que dejar a las niñas en sus hogares es una opción más fácil que enviarlas a la escuela. A medida que este ciclo continúa, las familias terminan siendo aún menos conscientes de la importancia de la educación para las niñas y de sus beneficios para ellas y para toda la sociedad.

 

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