Muchos países, por lo general los más pobres, todavía están lejos del objetivo de la paridad en la matriculación en la enseñanza primaria y secundaria, por no hablar del objetivo más ambicioso de la no discriminación en todos los aspectos del sistema educativo. Por consiguiente, la educación de las niñas sigue siendo una esfera prioritaria para muchos agentes del desarrollo internacional. Pero, ¿cómo abordan los donantes las principales prioridades?

Al preparar nuestro Informe Sobre Géneroen el período previo a la Reunión Ministerial del G7 sobre Educación y Desarrollo, el equipo del Informe GEM y la UNESCO enviaron un cuestionario a los organismos de ayuda de los países del G7, y a determinadas organizaciones internacionales y ONGs, pidiéndoles que presentaran proyectos para abordar 12 prioridades en la educación de las niñas. Hoy, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, esbozamos la magnitud del problema y resumimos las respuestas seleccionadas al respecto.

Persisten las diferencias de género en la elección de materias

Hay un día internacional para las niñas y las mujeres en la ciencia porque las diferencias de género en la elección de las materas hablan por sí solas del grado de sesgo que sigue existiendo en el sistema. A pesar de ser la mayoría de los graduados universitarios, las mujeres están muy poco representadas en ciertos programas. En más de 120 países, las mujeres solo representan poco más del 25% de los estudiantes en los programas terciarios de ingeniería, manufactura y construcción y en los de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Los países donde las mujeres constituyen la proporción más pequeña de graduados de ambos programas se encuentran en gran medida en África occidental (Benin, Ghana, Malí) y en Europa occidental (Bélgica, los Países Bajos, Suiza).

La paridad es posible, como lo demuestra el hecho de que hay países que tienen un número casi igual de hombres y mujeres que se gradúan, entre ellos Argelia, Marruecos y Túnez.  Los cuadros estadísticos de nuestro último Informe Sobre Género dan los porcentajes por país de mujeres entre los graduados en ingeniería y ciencias.

Las materias que eligen los estudiantes están estrechamente relacionadas con sus futuras aspiraciones laborales. En los países pertenecientes a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, entre los jóvenes de 15 años, es más de dos veces más probable que los varones, en comparación con las mujeres, anticipen trabajar como ingenieros, científicos o arquitectos, y es diez veces más probable que quieran trabajar como profesionales de las TIC. En Finlandia, el 6,2% de los varones esperan trabajar como ingenieros, científicos o arquitectos, cuatro veces más que el porcentaje de niñas con aspiraciones similares (1,4%).

¿Cómo están tratando de restablecer el equilibrio los donantes?

Un factor importante para motivar a las niñas a inscribirse en programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) es ayudarles a superar la ansiedad y a ganar confianza en sus capacidades. Para ayudar a las niñas a sentirse seguras a la hora de tomar decisiones, los sistemas educativos deben mejorar los servicios de orientación y asesoramiento profesional, y promover modelos a seguir.

En Sudáfrica, el programa TechnoGirl del UNICEF, en asociación con el Departamento de Educación, ha abordado la desigualdad de género en las STEM desde 2005. Las niñas de 15 a 18 años de edad de escuelas urbanas y rurales desfavorecidas a las que les va bien académicamente se colocan en iniciativas de tutoría empresarial y desarrollo de aptitudes. Esto les ayuda a ganar confianza y a vincular sus lecciones escolares con las aptitudes que necesitan para tener éxito en el mercado laboral. Reciben ayuda para tomar decisiones profesionales informadas, con énfasis en la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Además, más de 5.000 mujeres jóvenes han recibido becas universitarias o de estudios superiores. Ahora hay iniciativas TechnoGirl en las nueve provincias del país, ayudando a construir un grupo de futuras líderes. Sin embargo, una evaluación del proyecto reveló que solo el 11% de las participantes informaron que probablemente hubieran seguido una trayectoria profesional diferente si no hubiera sido por el proyecto, lo que significa que hay un margen significativo para mejorar a quien se dirige la iniciativa.

El proyecto de Educación STEM de Calidad con Perspectiva de Género, financiado por Japón, está destinado a los países africanos de habla francesa, entre ellos Burkina Faso, Burundi, Camerún, Chad, Comoras, Côte d’Ivoire, Djibuti, Madagascar, Malí, Níger, República Democrática del Congo y Senegal. En el programa se imparte capacitación a maestros, instructores de maestros, administradores de escuelas y socios gubernamentales. Abarca los factores que propician y desfavorecen la educación de las niñas en las STEM, así como el papel de los administradores de escuelas, los directores de escuelas de formación docente, y los representantes de departamentos técnicos ministeriales en el liderazgo para crear un entorno escolar propicio a la participación equitativa de los géneros en las STEM. Los participantes aprenden acerca de la pedagogía sensible a las cuestiones de género, analizan críticamente los recursos educativos y reciben instrucción sobre las formas de utilizar las TIC para mejorar la participación de las niñas en las STEM.

¿Qué estás haciendo para ayudar a terminar con el desequilibrio de género en la ciencia? Ayuda a compartir tus experiencias para que otros aprendan de ellas a través de la sección de comentarios de este blog.