¿Cuáles son las consecuencias financieras del coronavirus para la educación?

Al ver la pregunta que hace este blog, puedes ser que respondas: ¿Qué tan largo es un pedazo de cuerda? Y hasta cierto punto, tendrías razón. En estos primeros días del brote, aún se desconoce cuánto tiempo estará entre nosotros, y por cuánto tiempo se requerirán medidas como el cierre de escuelas. No sabemos cuánto tiempo se desviarán los presupuestos o cuánto tiempo se mantendrá la austeridad para recuperar los costos de las medidas de emergencia temporales. Pero en lugar de fijarnos en lo que no sabemos, hagamos una lista de lo que si sabemos.

Un informe, que analizó los datos del mercado laboral en los Estados Unidos, el Reino Unido y la eurozona, conjeturó que, en caso de cierre de escuelas, hasta el 20% de la fuerza laboral podría tener que dejar de trabajar para cuidar a los niños dependientes. Si esto ocurriera durante cuatro semanas, el PIB de estos países podría caer un 1,5%.

Otro estudio solo analizó al Reino Unido, mostrando que un cierre de las escuelas de cuatro semanas podría reducir en un 3% el PIB del país, lo que costaría miles de millones de libras a la economía.  La mayoría de los estudios, sin embargo, tienden a mirar el caso de los Estados Unidos. Uno de ellos, realizado en 2009, que estimaba el efecto de posibles medidas en el marco de la Estrategia Comunitaria para la Mitigación de la Gripe Pandémica del gobierno federal, encontró que el costo por estudiante y por semana de un cierre de las escuelas que deja a los padres sin poder trabajar oscila entre los 35 y los 157 dólares EE.UU. En total, el cierre de escuelas durante cuatro semanas costaría entre 10 y 47 mil millones de dólares EE.UU., lo que equivale a un 0,1-0,3% del PIB de los Estados Unidos.

Los tres investigadores desempolvaron sus supuestos de hace diez años para producir una estimación actualizada en el contexto de la crisis actual, que confirmó estas sumas bastante devastadoras: el precio de cerrar todas las escuelas sería 51.000 millones de dólares al mes, equivalentes al 0,24% de la economía de EE.UU.

estimated economic cost

El costo de estos cierres no será necesariamente el mismo en todos los países. Esos costos dependerán también de la estructura de los mercados laborales, la naturaleza de los empleos y la medida en que los miembros de los hogares puedan compartir el tiempo del cuidado de los niños. El cierre de escuelas afecta primero a los más pobres. En Los Ángeles, casi el 80% de los estudiantes de las escuelas públicas tienen derecho a alguna forma de comida escolar cuya ausencia se sentirá fuertemente. En el Reino Unido, menos de uno de cada diez de la mitad inferior de los asalariados dice que puede trabajar desde su casa, mientras que todos los asalariados de mayor nivel sí pueden hacerlo.

Y los cierres de escuelas solo son uno de los diversos factores que afectan actualmente a las economías, incluyendo los cierres de las propias empresas, la drástica desaceleración de algunas actividades económicas y la interrupción de las cadenas de suministro. La crisis financiera a la que nos enfrentamos ahora es, según las primeras estimaciones, probablemente peor que la gran crisis financiera de 2008-9. No obstante, en lo que respecta a las posibles repercusiones a largo plazo para la educación, mirar atrás a esos años todavía nos ayuda a esclarecer la situación.

A nivel mundial, como se mostrará en el Informe GEM 2020, el énfasis relativo en el gasto en educación tras la crisis financiera de 2008-9 no se vio afectado. En promedio, lo que los países asignan a la educación como parte de sus presupuestos o de su PIB no ha cambiado. Pero la crisis financiera afectó los niveles absolutos del PIB, dejando menos dinero para gastar.

gdp levels

Los efectos de una crisis en la financiación de la educación pueden ser particularmente fuertes a corto y mediano plazo. Por ejemplo, los salarios de los maestros se congelaron o recortaron entre 2009 y 2011 en 12 de los 25 países de la OCDE sobre los cuales se dispone de datos.

La ayuda a la educación es otro ejemplo. La proporción de la ayuda del PIB de los países de altos ingresos no disminuyó como resultado de la crisis financiera. Sin embargo, la disminución del PIB mundial, aunado al hecho de que la educación ha ido perdiendo terreno como prioridad en las carteras de los donantes, hizo que la ayuda a la educación se estancara desde la crisis financiera, tras haberse más que duplicado entre 2002 y 2009.

poorest

El efecto para algunos de los países más pobres, en los que más del 20% del gasto público en educación corresponde a la ayuda, puede ser significativo. Por ejemplo, el Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo de 2012 mostró que, entre 2009 y 2010, el gasto en educación se redujo en un 7% en Chad y en un 10% en Níger.

Por último, dependiendo de cuánto dure el cierre de las escuelas, los gobiernos deben tener en cuenta los riesgos de que un distanciamiento prolongado de la escuela puede provocar el abandono prematuro de la escuela. Necesitan tener planes de apoyo financiero para que los niños que están fuera de la escuela ahora no lo estén para siempre. Sierra Leona, por ejemplo, exoneró el pago de las cuotas básicas de los exámenes y subvencionó los derechos de matrícula en la escuela secundaria durante los dos años posteriores a la crisis del Ébola. Los gobiernos tendrán que ser creativos en la fase de recuperación cuando termine la pandemia del coronavirus.

Share:

Leave a comment