¿Cómo afecta el coronavirus a los alumnos con discapacidades?

Las escuelas realizan muchas funciones más allá de la educación. Proporcionan un refugio seguro, un ámbito social, y, para las familias con niños con necesidades especiales, ofrecen un apoyo vital individualizado. El aprendizaje en línea, en comparación, simplemente no está a la altura de la tarea. Entonces, ¿qué pasa con su derecho a la educación?

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Foto: Shivam Kapoor/UNESCO

Muchos sitios web y programas simplemente no son accesibles para los estudiantes ciegos o sordos. Como se mostrará en el Informe GEM 2020 sobre la inclusión, disponemos de la tecnología necesaria para garantizar que los alumnos con discapacidad visual puedan estudiar en escuelas normales y para utilizar materiales de estudio en línea en diferentes formatos, como versiones escaneadas que convierten los textos en sonido o en caracteres Braille, y algunos países ya lo hacen. Pero, con las escuelas cerradas en todo el mundo, algunos maestros están haciendo un esfuerzo adicional, utilizando la videoconferencia para tratar de enseñar el Braille, como describe este ejemplo de Canadá; esto es la excepción más que la regla.  Y no es sostenible.

Aparte de los asuntos tecnológicos, para los niños con dificultades de aprendizaje, incluso leves, como los trastornos de déficit de atención, encontrar la motivación propia para trabajar de forma independiente frente a una computadora es un gran desafío. Dejando de lado el aprendizaje, la pérdida de la rutina diaria que proporciona la escuela añade una capa significativa de dificultad para los alumnos con discapacidades que son sensibles al cambio, como los que tienen el trastorno del espectro autista. Para combatir esto, en Argentina, a pesar del bloqueo, se da una dispensación especial a los padres de niños con autismo a los que se les permite llevar a sus hijos a paseos cortos en coche. ¿Pero es esto suficiente?

No solo la rutina, sino las terapias que a menudo se proporcionan en los entornos educativos son una parte muy importante del apoyo que muchos de estos estudiantes reciben. En China, no solo las escuelas, sino también la formación y los servicios de atención a los niños con necesidades educativas especiales se redujeron para disminuir los riesgos de infección. En Argentina, por lo pronto, se han suspendido varios servicios de apoyo a los alumnos con discapacidades: centros de educación terapéutica, educación y estimulación en la primera infancia, educación básica, apoyo educativo, servicios de apoyo a los maestros, servicios de ayuda a la integración escolar, escuelas especiales.

Esto ha suscitado preocupación en muchas familias afectadas. En Australia, por ejemplo, una encuesta de 200 familias realizada por Children and Young People with Disability Australia y la Coalición Australiana para la Educación Inclusiva indicó que había una comprensión limitada acerca de cómo el distanciamiento social afectaría los servicios de apoyo a los estudiantes.

Una evaluación de los efectos en el Reino Unido realizada por Disability Rights UK, un grupo de abogacía, llegó a conclusiones similares: “El gobierno debe tratar nuestro servicio de atención social esencial como una infraestructura clave, junto con el [Servicio Nacional de Salud]”, dijo “y como tal debe proporcionar inmediatamente la financiación necesaria para mantener este servicio vital en funcionamiento”. Otra ONG con sede en el Reino Unido, Learning Disability England, ha escrito al ministro de salud pidiendo que se enmiende el proyecto de ley sobre el coronavirus “para garantizar que no se menoscaben los derechos de todos los adultos y niños discapacitados”.

Los Estados Unidos han sido criticados por considerar la posibilidad de desestimar los derechos mediante la renuncia a partes de la Ley Federal de Educación para las Personas con Discapacidades durante la pandemia Covid-19. Según esta ley, los estudiantes con discapacidades tienen derecho a una educación apropiada. Pero los Republicanos del Senado han pedido al ministro de educación que prepare un informe para el Congreso en el que se describan las obligaciones de educación especial de las que, en su opinión, los distritos escolares deben ser liberados temporalmente durante la emergencia. En las circunstancias actuales, y ante el cierre de escuelas, algunos distritos sienten que no pueden cumplir con sus requisitos y por eso simplemente se están rindiendo. El Distrito Escolar de Northshore en los suburbios de Seattle, por ejemplo, intentó el aprendizaje en línea durante una semana y llegó a la conclusión de que no podía ofrecer a los estudiantes con discapacidades importantes los servicios que necesitan.

Cuando se le preguntó sobre los derechos de educación de los estudiantes con discapacidades, el ministro de educación francés dijo: “La pregunta que tenemos que hacer es cómo pueden ser apoyados. La mayoría de las veces, son los padres los que brindan ese apoyo. Pero es cierto que algunos puedan pedir apoyo, que se necesite ayuda para algunas personas. Se debe considerar caso por caso”.

Si bien hay muchas diferencias entre el Ébola y el Covid-19, también hay muchas similitudes y lecciones que se pueden sacar. En Sierra Leona, durante la epidemia del Ébola, Humanity & Inclusion, una ONG internacional, adoptó medidas de emergencia. Empezó a trabajar con voluntarios de rehabilitación de la comunidad para llegar a los niños con discapacidades en sus hogares. Distribuyeron radios para ayudar a los estudiantes a ponerse al día con las clases y ayudaron a asegurar que los niños volvieran a las escuelas cuando éstas abrieron nuevamente. No solo continuaron a brindar apoyo individualizado, en otras palabras, sino que también encontraron nuevas modalidades educativas para satisfacer sus necesidades.

La naturaleza del distanciamiento social claramente es perjudicial para muchos estudiantes con discapacidades que requieren exactamente lo contrario: una red fuerte y estrecha de personas que apoyen necesidades que a menudo son diversas y complejas. Hay que reconocer que esas necesidades constituyen requisitos esenciales y no deben pasarse por alto en tiempos de crisis, precisamente cuando más se necesita su continuidad. Analizar la situación caso por caso puede ser la forma más práctica de asignar ayudas audiovisuales o de establecer excepciones a los decretos sobre los cierres nacionales, pero hay que oponerse firmemente a desestimar por completo sus derechos de educación.

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3 comments

  1. Hay un tremendo retroceso en su comportamiento, personas que comienzan hablar solas y la pared es su aliada. Es desesperante esta situación que nosotros como Padres de Familia no sabemos como sobrellevar. Clases virtuales sin ningún avance en nuestros hijos. Y el Estado sin recursos para nuestros hijos.

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