Covid-19: ¿Dónde está el debate sobre la formación a distancia para maestros?

Mucha de la discusión, y con razón, ha sido sobre el efecto del cierre de escuelas en los estudiantes. La educación, tal como la conocen, se detuvo de un día para otro. ¿Pero qué pasa con los maestros? Así como la educación a distancia es nueva para los estudiantes, la mayoría de los maestros también son novatos en ser formadores a distancia. Analizaremos la presión que se ejerce sobre los maestros, la ausencia de formación previa sobre la enseñanza a distancia para los maestros, los tipos de habilidades necesarias, las nuevas herramientas y formas de hacer frente que están usando actualmente los maestro – pero, en primer lugar, abordamos la necesidad de apoyar a la fuerza laboral de la enseñanza durante estos tiempos de incertidumbre.

Los maestros necesitan apoyo durante esta crisis

Los maestros han pasado de temer por su salud, ya que las escuelas permanecieron abiertas durante la pandemia, a temer por su trabajo en algunos contextos. Muchos en los Estados Unidos temen que sus aumentos de sueldo estén en peligro, por ejemplo. También se informó recientemente que los maestros de Kenya que figuran en la nómina de las Academias Bridge, que actualmente trabajan en unas 2.000 escuelas de cinco países, solo recibirán el 10% de sus sueldos durante los dos meses de ausencia obligatoria a consecuencia de la pandemia, período que corre el riesgo de prolongarse. Dado que reciben poco más de US$100 dólares al mes, esto los deja con escasos recursos.

Los maestros necesitan formación sobre la enseñanza a distancia

Screenshot 2020-04-02 at 16.43.01Ahora que las escuelas están cerradas en 185 países, los maestros deben, repentinamente, aprender cómo dar clases en línea, adaptando el qué y cómo de la enseñanza previa a una situación de enseñanza completamente diferente.

Pero muchos maestros no tienen los conocimientos necesarios de las TIC. La cifra del Informe GEM 2019, aunque no aborda específicamente a los maestros, da una idea de cómo los sistemas educativos pueden estar sobrestimando las posibilidades de que la educación a distancia funcione exitosamente. Solo el 40% de los adultos de los países de ingresos medios-altos son capaces de enviar un correo electrónico con un archivo adjunto, una habilidad aparentemente vital para cualquier maestro que desee enviar tareas.

Asimismo, la infraestructura para el aprendizaje a distancia no siempre existe en las escuelas. La Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje de la OCDE (TALIS) muestra que solo el 53% de los maestros dejan que sus alumnos utilicen frecuentemente o siempre las TIC para proyectos o trabajos de clase. Sin embargo, la proporción de maestros que utilizan las TIC en países como Finlandia, Israel y Rumania se ha duplicado con creces en los cinco años anteriores a la encuesta.

En los Emiratos Árabes Unidos, 42.000 maestros participaron la semana pasada en el curso “Ser un tutor en línea en 24 horas”, impartido por el Ministerio de Educación. La próxima semana se brindará una formación sobre “Diseñar un curso en línea en 24 horas”. Esta capacitación se adelantó ante el virus, pero cuenta con el apoyo de una plataforma de aprendizaje electrónico en árabe e inglés, Madrasa, lanzada en 2018.

Pero este tipo de preparación es una excepción. Así como los padres se quejan de que enviarles un enlace y asumir que su hijo aprenderá no es justo, los países que reparten computadoras portátiles u otros dispositivos asumiendo que los maestros se adaptarán a los tiempos podrían llevarse una sorpresa. En Singapur, que tiene previsto entregar un dispositivo digital a todos los estudiantes de secundaria para 2024, los dispositivos se entregaron inicialmente a 8 escuelas como prueba. “Aprendimos muchas cosas de este proyecto piloto” dijo el Ministro de Educación Ong Ye Kung en marzo de este año. “En primer lugar, los maestros no pueden enseñar de la manera tradicional usando el ‘e-learning’ (aprendizaje electrónico). Necesitan nuevas pedagogías: ‘e-pedagogías’”.

En Kenya, la evaluación de un programa de integración de las TIC en cuatro escuelas financiado por la VVOB también reveló que los maestros se enfrentaron a problemas una vez finalizado el proyecto piloto: además de la falta de electricidad, infraestructura y conectividad, también hay una necesidad continua de formación. Se llegó a la conclusión de que los maestros necesitan reiterar constantemente el aprendizaje de las nuevas tecnologías y la forma de utilizarlas. Por lo tanto, una solución lujosa, como las que muchos están recibiendo ahora frente a la pandemia, no será suficiente.

Están surgiendo algunas iniciativas interesantes para evaluar cuán grande es la brecha en materia de tecnología de educación en las escuelas y entre los maestros. En Sudáfrica, por ejemplo, una aplicación, la herramienta de evaluación de la preparación para las TIC, que cuenta con el apoyo del Departamento de Educación, pide a las escuelas que respondan a preguntas que pueden hacerse en modo no-en-línea. La aplicación otorga entonces a esa escuela uno de los cinco niveles de preparación electrónica, que incluye la preparación de los maestros para las TIC y el desarrollo y apoyo de los maestros. También se lleva a cabo una evaluación externa y los resultados generales son utilizados posteriormente por el Departamento para ver dónde centrar sus esfuerzos.

¿Qué habilidades necesitan los maestros para la educación a distancia?

Muchas habilidades han sido presentadas como necesarias para hacer el cambio. Podría parecer que todo lo que se requiere son habilidades en TIC, incluyendo la asistencia a los estudiantes que se enfrentan a problemas de acceso. Pero la verdadera diferencia que se puede lograr con el cambio a la educación a distancia es la forma en que un maestro usa las e-pedagogías para que los estudiantes permanezcan interesados.

Una empresa consultora de educación, Education Elements, cree que la flexibilidad es la habilidad clave requerida. La estructura controlada de una escuela se pierde fuera de los muros de la escuela. Los maestros no van a saber exactamente quién está aprendiendo qué y con qué rapidez. Deben usar planes de estudio sencillos y mantener una comunicación frecuente y clara con los estudiantes. Circulares, mensajes de video, aulas virtuales, correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes de texto y publicaciones en medios sociales podrían ser útiles para estar en contacto.

¿Qué soluciones hay para ayudar?

Además de los países que se han hecho cargo de la tarea por sí mismos, una gran cantidad de organizaciones también se han involucrado para ayudar a los maestros con cursos intensivos. Google, por ejemplo, acaba de anunciar un nuevo recurso para los maestros llamado “Enseñar de casa”, un centro de información, consejos y formación, y un Fondo de Educación a Distancia de US$10 millones. La primera beca de US$1 millón de este Fondo es para la Academia Khan para ofrecer oportunidades de aprendizaje a distancia, incluidos recursos en más de 15 idiomas, con el objetivo de llegar a más de 18 millones de estudiantes al mes en comunidades de todo el mundo.

La cultura de la enseñanza a distancia todavía no ha llegado (y estamos viendo las dificultades de llegar tarde a la fiesta) pero bien podría estar establecida cuando esta pandemia haya pasado. Mientras tratamos de diseñar soluciones a largo plazo sobre este tema, se debe consultar a los maestros para aprender de sus experiencias. Serán socios vitales en la elaboración de políticas para la enseñanza a distancia en el futuro.

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