Los desafíos de una educación inclusiva para las personas con discapacidad en Nicaragua

Por Indiana Fonseca y Katharina Pförtner, CBM

Maria Nazareth, niña con Síndrome de Down trabajando con sus compañeras en la escuela primaria en Juigalpa Nicaragua

Foto CBM/Harms

Los socios de CBM practicando el Desarrollo Inclusivo Basado en la Comunidad (DIBC) y la Educación Inclusiva, quienes trabajan con el Ministerio de Educación de Nicaragua y representantes de Organizaciones de Personas con Discapacidades (OPD), fueron invitados a presentar un estudio de caso sobre educación y discapacidad en Nicaragua preparado para el Informe GEM 2020 América Latina y el Caribe – Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción. Este blog presenta un resumen de los desafíos y las recomendaciones.

Las voces de niños y niñas con discapacidad y de sus familiares

La experiencia acumulada a través del desarrollo de la educación inclusiva es de suma importancia pues el medio para dar respuesta a la diversidad de todos los estudiantes, bajo principios que son necesarios para el recurso humano dentro del sistema educativo:
• Trabajo colaborativo
• El centro de atención es el potencial de cada niña, niño o joven
• Ajustes razonables basados en las necesidades individuales

Durante la realización de grupos focales para la elaboración del estudio de caso sobre Nicaragua, niñas, niños y jóvenes con discapacidad, sus familias y docentes, expresaron su deseo de acceder, permanecer y progresar en condiciones que les generen un sentimiento de bienestar en el sistema educativo.

El Informe GEM 2020 y su hoja informativa sobre discapacidad muestran que la identidad, el origen y las capacidades del estudiantado dictan gran parte de las oportunidades que tendrán los niños, niñas y jóvenes durante sus trayectorias educativas. Esto lo corroboró una estudiante ciega de una escuela regular de Managua quien afirmó que “la discapacidad la genera el entorno, pues si yo tuviera la equidad a la que tengo derecho en mi escuela, yo me desarrollaría igual que una persona sin discapacidad”.

Si bien existen leyes y políticas que promueven la inclusión, las percepciones erróneas y la segregación siguen siendo comunes. Para un joven estudiante de una escuela inclusiva de Managua, “la ley sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad existe, pero aún no ha garantizado el cumplimiento del derecho de todas las Personas con Discapacidad a estudiar”

Al referirse a los retos que tienen que afrontar en las escuelas, un estudiante ciego de una escuela regular de Managua afirmaba que “hay legislación para la educación inclusiva, para tener acceso, pero no hay un seguimiento de la calidad educativa”. Otra barrera significativa es la preparación, motivación y actitud de los docentes. Para la madre de un alumno ciego en Managua, la actitud de los docentes es fundamental para alcanzar la inclusión: “el maestro puede saber Braille, pero si su actitud es negativa, no lo practica y lo olvida”.

El Informe GEM también hace hincapié en el hecho de que la inclusión no puede imponerse desde arriba. Las comunidades, los padres y los propios estudiantes son actores fundamentales para alcanzar la inclusión en la educación siempre y cuando crean que la inclusión es posible y beneficiosa para todos. Esto lo corroboran algunos de los padres con hijos con discapacidad que fueron entrevistados durante la realización del estudio de caso de Nicaragua: “las familias deben luchar para que su hija o hijo vaya a la escuela regular, no deben rendirse, no deben dejarlo en casa”.

Los dibujos son parte de las actividades de grupos focales con niños, niños y adolescentes con discapacidad reflejando las diferentes barreras relacionado con su experiencia en la educación en Nicaragua

Algunas conclusiones

Para alcanzar la educación inclusiva de las personas con discapacidad no basta estar en la escuela regular de su comunidad, es necesario que el sistema educativo garantice las condiciones de equidad necesarias con todas sus implicaciones, a fin de que cada estudiante desarrolle su potencial. Todas las barreras a la participación deben eliminarse en las escuelas, los centros de salud, el transporte público y más, para crear igualdad de oportunidades para el desarrollo óptimo de los niños y niñas con discapacidades junto con sus pares.

Nicaragua tiene un concepto claro de educación inclusiva en su legislación y políticas: trabajar para la eliminación de cualquier discriminación (de estudiantes con discapacidades, grupos étnicos, discriminación basada en género o pobreza, etc.), flexibilidad del plan de estudios basado en las necesidades individuales, de evaluaciones y promociones.
• Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina; sin embargo, el gobierno promueve programas sociales asignando más del 50% del presupuesto general a programas sociales, p. ej. el “Programa AMOR”, un esquema nacional de cobertura total sobre educación temprana inclusiva, donde ASOPIECAD, apoya el desarrollo de capacidades para la inclusión de niños con discapacidad.
• Existen datos limitados sobre la asistencia de niños y niñas con discapacidad incluidos o en centros de educación especial. Nicaragua ha logrado incrementar la cobertura de la educación inicial, primaria y secundaria, pero sin datos es difícil conocer el impacto en la inclusión.
• Tener un sistema dual donde se envía a los niños a escuelas especiales o inclusivas tiene sus propios desafíos. Si bien el gobierno apoya la educación inclusiva, no existe un plan oficial para la transición de las escuelas especiales a la inclusión total. No hay presupuesto asignado a la educación inclusiva, únicamente a los centros de educación especial.
• La formación docente es una prioridad para el Ministerio de Educación, pero hay poco seguimiento para la educación inclusiva, su implementación o el impacto de la formación en la calidad de la educación impartida en las aulas. Desde 2009, los Centros de Recursos para la Diversidad (CREAD) brindan información, asesoramiento, apoyo y formación docente, además de preparar materiales didácticos para centros de educación inclusiva.

Recomendaciones

Aunque ha habido un gran progreso hacia la educación inclusiva de las personas con discapacidad en Nicaragua, se deben construir los siguientes pilares importantes para lograr una mayor inclusión:
• Datos sobre la participación de estudiantes con discapacidad y sus necesidades
• Planificación de la transición de la educación especial a la educación inclusiva
• Seguimiento del impacto de políticas, normativas y programas de formación en las aulas

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