Mucho antes de que el COVID-19 empezara a difuminar los límites entre la vida laboral y la vida familiar de los maestros, con nuevas formas híbridas de enseñanza que imponen presiones adicionales, el Marco de Acción Educación 2030 había reconocido el derecho de los maestros a condiciones de trabajo decentes. El tiempo de trabajo es un aspecto importante de estas, con posibles repercusiones en los mecanismos de recompensa y apoyo, pero es difícil encontrar evidencia comparativa entre países. Las diferencias entre las horas de trabajo oficiales, reales y percibidas o entre las horas de trabajo declaradas y las observadas complican aún más este tipo de comparaciones.
La instrucción es la principal tarea de enseñanza, por supuesto, pero otras, como el desarrollo profesional, la colaboración y la comunicación, requieren un tiempo considerable. Los directores de escuela pueden participar principalmente en la gestión de la escuela, pero también asumir responsabilidades de enseñanza y otras tareas.

La OCDE reúne datos sobre el número reglamentario de horas que se espera que trabajen los maestros a tiempo completo de acuerdo con la política nacional. El tiempo de enseñanza se convierte en períodos de 60 minutos, excluyendo las pausas de 10 minutos o más, excepto en los niveles de enseñanza preescolar y primaria, para los que se incluyen breves pausas si los maestros son responsables de las clases durante las pausas. La OCDE distingue entre el tiempo de enseñanza y el tiempo de no enseñanza. Un docente a tiempo completo que enseña durante el 60% del tiempo promedio de enseñanza se cuenta como un docente a tiempo completo para los indicadores de recuento y como un 0,6 del equivalente a tiempo completo.

Las encuestas directas son otro medio de reunir información. En la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés) de la OCDE de 2018 se pidió a los maestros y directores de 48 sistemas educativos de países de ingresos medios y altos que informaran sobre su tiempo total de trabajo. Incluía preguntas sobre el tiempo dedicado por semana a tareas no relacionadas con la enseñanza, por ejemplo, la preparación de clases, las visitas de los padres y la calificación, incluso durante el fin de semana y en otros momentos no regulados por la escuela. Los directores de escuela indicaron el tiempo dedicado a elaborar currículos, enseñar, observar las aulas, evaluar a los estudiantes, y orientar y desarrollar profesionalmente a los maestros.

La estimación del tiempo de trabajo real no es sencilla. Con pocas excepciones, cuando los maestros estimaron el tiempo dedicado a tareas específicas durante la semana anterior, el número de horas de trabajo fue mayor que las estimaciones del total de horas de trabajo, como se muestra en el cuadro que se presenta abajo. La discrepancia puede reflejar errores cognitivos en la estimación del tiempo, especialmente para tareas pasadas.

Más de la mitad de los países de la OCDE especifican el tiempo de trabajo reglamentario por año, lo que permite la comparación con las estimaciones semanales auto-declaradas del TALIS. Las horas reglamentarias, según el informe Education at a Glance de la OCDE, y las estimaciones auto-declaradas, según el TALIS, no coinciden en muchos países. Las discrepancias pueden reflejar diferencias en el trabajo diario de los maestros en relación con las normas del sistema, pero también diferentes períodos de referencia. El tiempo de enseñanza reglamentario refleja una semana promedio; las encuestas, como el TALIS, suelen pedir a los maestros que informen sobre la semana anterior, lo que puede no ser representativo como muestra este gráfico.
Para añadir otra dimensión, el Índice Mundial de la Situación de los Docentes de la Fundación Varkey ha reunido datos sobre las percepciones del público sobre las horas de trabajo de los maestros. En 2018, éstas tendían a ser más bajas que las estimaciones declaradas por los maestros.

El año 2020 fue particularmente desafiante para los maestros, y no parece que el primer semestre de 2021, por lo menos, vaya a ser mucho más fácil. Adaptar la pedagogía a la enseñanza a distancia, ser más conscientes que nunca de las diversas necesidades de los estudiantes y ser responsables de compensar la pérdida de aprendizaje en estas difíciles circunstancias requiere mucho tiempo – más que las horas que los docentes estén dedicando a Zoom. Ya antes de la pandemia, los maestros estaban mal pagados en comparación con muchas otras profesiones. Un análisis sindical de los datos oficiales del Reino Unido sugiere que los docentes trabajan, en promedio, más de 12 horas no remuneradas por semana, más que los trabajadores de cualquier otro sector. El análisis comparativo de las horas de trabajo que realizan es fundamental para que puedan ser recompensados por su tiempo. Cualquier padre que haya tenido que asumir la responsabilidad de la educación en el hogar estará de acuerdo.