El asesoramiento profesional con perspectiva de género puede ayudar a las mujeres a progresar en la ciencia

Año tras año, el tema de las mujeres en la ciencia resurge cuando celebramos el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia.  Sin embargo, año tras año no se avanza lo suficiente.  El Informe sobre Género 2020 mostró que las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en la educación, la salud, las artes, las humanidades y las ciencias sociales, y subrepresentadas en algunos campos de estudio de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (materias STEM, por sus siglas en inglés).

Los hechos son difíciles de ignorar. En más de dos tercios de los países, las mujeres representan menos del 25% de los estudiantes de ingeniería, fabricación y construcción, o las TIC. En las Maldivas, menos del 1% de quienes estudian materias STEM son mujeres. En los países de la OCDE, las mujeres representan, en promedio, menos del 20% de los alumnos que cursan programas de informática en la enseñanza superior, y alrededor del 18% de los alumnos de ingeniería. En los países de ingresos altos, como Bélgica, los Países Bajos, España y Suiza, solo representan alrededor del 10% o el 12% de los estudiantes de programas de TIC.

Foto: UNICEF/Brown

Esta situación puede cambiar. En algunos países ya se ha igualado el terreno. En Túnez, por ejemplo, las mujeres representan el 51% de los estudiantes de programas de TIC.

Es necesario mejorar las políticas de asesoramiento escolar con perspectiva de género.

En la seminal Declaración y Plataforma de Acción de Pekín, hace 25 años, se reconoció que la falta de sensibilidad de género en el asesoramiento escolar y profesional era un obstáculo para la igualdad de género en general. Todavía hoy se necesitan programas que corrijan esos desequilibrios, sobre todo teniendo en cuenta que las brechas digitales de género se están ampliando desde la llegada del COVID-19. Las políticas necesarias incluyen medidas activas para garantizar que los maestros, los consejeros y toda la comunidad escolar ofrezcan una orientación profesional con perspectiva de género que ayude a deconstruir las concepciones falsas de la tecnología y su conexión sesgada con los estereotipos de género. Encargamos tres estudios de caso nacionales sobre esta cuestión conjuntamente con la UNESCO para nuestro Informe sobre Género 2020.

En Botswana, la proporción general de mujeres en la EFTP aumentó ligeramente entre 1995 y 2018, pasando del 31% al 35%. Su número también sigue siendo bajo en las asignaturas STEM. En 2018, las mujeres seguían representando una proporción menor de los matriculados en ciencias (40%), y aún menor en ingeniería, fabricación y construcción (29%). Todo ello a pesar de que las mujeres representaban el 59% de la población estudiantil.

En 2006 se creó un Comité de Referencia sobre Género para llevar a cabo campañas de concienciación sobre género y hacer que la educación sea sensible al género. Desde 1995, se ofrece un programa de orientación y asesoramiento completo y obligatorio, con material sobre estereotipos de género, desde la educación preescolar hasta la superior. Su currículo se elaboró en 1995, y se ofreció formación docente antes y durante el servicio en materia de orientación y asesoramiento.

En 2011, el Comité revisó su estrategia para aumentar la participación femenina en carreras tradicionalmente dominadas por los hombres. Desarrolló una política, un plan de acción y una campaña de carteles. En colaboración con la industria y los centros de enseñanza superior, organizó ferias profesionales y foros sobre las niñas en las matemáticas y las ciencias. El Consejo de Desarrollo de Recursos Humanos, organismo semiautónomo responsable del desarrollo de competencias en el país, imparte una formación anual para ayudar a los consejeros escolares y profesionales a ofrecer una orientación profesional libre de prejuicios y estereotipos de género. Sin embargo, falta un marco general sobre cómo facilitar la inclusión de las niñas y las mujeres en la EFTP y las STEM.

En Alemania, la proporción de niñas en las STEM aumentó del 12% en 1999 al 19% en 2017. Las escuelas se encargan de ofrecer asesoramiento para la orientación profesional o laboral. Sin embargo, los aspectos de género no son fundamentales en estas medidas.

Sin embargo, dos actividades a nivel nacional apoyadas por el Ministerio Federal de Educación e Investigación están estudiando la cuestión. La primera, Komm-mach-MINT (Ven a hacer STEM) es una plataforma en línea destinada a apoyar a las niñas y mujeres en la elección de sus estudios y carreras. Ofrece información sobre STEM para estudiantes de secundaria y universitarios, padres, maestros y organizaciones. La segunda, Klischeefrei (Libre de clichés), ofrece material para que maestros y asesores lo utilicen en sus clases, con el objetivo de eliminar los estereotipos de género en todas las carreras y estudios de los niños y las niñas, desde el nivel preescolar hasta la universidad y el empleo.

En los Emiratos Árabes Unidos, el acceso y la participación de las mujeres en la EFTP y en las STEM creció entre 1995 y 2017. Sin embargo, las mujeres siguen estando subrepresentadas, sobre todo en ingeniería y construcción. Mientras que la proporción de hombres y mujeres es igual en las TIC, las estudiantes están sobrerrepresentadas en ciertos campos STEM, como la salud y las matemáticas.

Se han introducido nuevas infraestructuras educativas y estrategias nacionales para abordar el problema. La Estrategia del Ministerio de Educación 2010-2020 introdujo una estructura y un programa formal de asesoramiento a los estudiantes que se implementará en las escuelas. En 2014, la Oficina Nacional de Admisiones y Asignación del Ministerio de Educación Superior e Investigación Científica empezó a ofrecer asesoramiento académico anual para los estudiantes de secundaria y sus padres en las escuelas públicas y privadas. Sin embargo, ni la estrategia ni su implementación hacen referencia al género, ni a si los programas y la formación y el apoyo de los asesores incluyen prácticas con perspectiva de género. Lo mismo ocurre con las políticas más recientes y los planes a largo plazo elaborados a nivel federal, como la Estrategia de Educación 2020, Visión 2021 de los EAU, la Estrategia Nacional de Educación Superior 2030 y la Estrategia Nacional de Innovación Avanzada 2018.

Esta cuestión es importante. Influye directamente en las perspectivas profesionales y en la igualdad de oportunidades laborales.

Las diferencias de género en las expectativas profesionales están relacionadas con normas estereotipadas de género profundamente arraigadas sobre las carreras adecuadas para hombres y mujeres. Las familias, los maestros y la sociedad en general transmiten estas normas a los niños. Los datos demuestran que es más probable que los padres esperen que los hijos adolescentes trabajen en profesiones STEM, incluso cuando las hijas tienen los mismos resultados que sus compañeros varones en las asignaturas STEM.

La tecnología refleja los valores de sus desarrolladores, pero en gran medida las mujeres están ausentes de las fronteras de la innovación tecnológica, donde se anticipa un crecimiento laboral y la remuneración suele ser más alta. A nivel mundial, resulta chocante que solo el 6% de los desarrolladores de aplicaciones móviles y de software sean mujeres. Las mujeres representan menos del 1% de las solicitudes de empleo en Silicon Valley para puestos técnicos en inteligencia artificial y ciencia de datos.

La falta de diversidad de género en este campo de trabajo es una verdadera preocupación dada la creciente influencia del big data y los algoritmos en nuestra vida. Los países deben incluir una orientación escolar y profesional obligatoria con perspectiva de género para deconstruir las concepciones falsas de la tecnología y su conexión sesgada con los estereotipos de género. Esto requiere una formación profesional en orientación con perspectiva de género para maestros y asesores. Los programas de orientación profesional también deberían tratar de sensibilizar a los padres, los agentes de socialización más influyentes. Las experiencias prácticas y las pasantías pueden permitir a las estudiantes ver que sus habilidades son valiosas en las ocupaciones técnicas.

El impacto del asesoramiento escolar inevitablemente tiene limitaciones, ya que las empresas conservan parte de la responsabilidad con sus políticas de contratación, pero precisamente hoy debe reconocerse como un primer paso fundamental para evitar que la educación frene el potencial de las niñas en campos tradicionalmente dominados por los hombres.

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