Estamos lejos de alcanzar la inclusión de los y las estudiantes LGTBI en España

Belén de la Rosa y Begoña Fuentes, Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCOO)

En los últimos años se ha avanzado mucho en el estado español en la consecución de la igualdad en los derechos para las personas LGTBI. Existen leyes que han contribuido a que lesbianas, gays, binarios, trans e intersecuales aumenten se sientan más aceptados en la sociedad. En el ámbito estatal hay dos leyes, una la de matrimonio igualtario que marca un avance enorme y la Ley de cambio de nombre registral, que aunque tiene muchas deficiencias señala la necesidad de ampliar los derechos civiles para las personas transexuales. También se han aprobado en 12 de las comunidades autónomas leyes contra la LGTBIfobia y el derecho a la autodeterminación de género.

Foto: William Muzi

Pero, desde nuestra experiencia como profesionales de la enseñanza y con una historia de acoso escolar por formar parte de la comunidad LGBTI, creemos que no se hay avanzado al mismo ritmo en cuanto a la social. Una encuesta reciente realizada en Europa, incluida España, en la que se interrogó a más de 17.000 niños, niñas y jóvenes de entre 13 y 24 años, reveló que la exclusión y la discriminación siguen estando presentes en las aulas. Uno de cada dos estudiantes LGBTI en Europa sigue sufriendo acoso escolar.

Cómo personas de la comunidad LGTBI de otras generaciones, hemos presenciado cómo muchos otros niños, niñas y niñes ocultaban su orientación sexual en las aulas. Esta nueva encuesta muestra que muy poco ha cambiado. Casi todos (un 92% de los encuestados) dijeron que ocultaban su orientación sexual, identidad y expresión de género en la escuela. Es el miedo lo que les hace esconderse. Los resultados que se presentan en un nuevo documento de IGLYO y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM) de la UNESCO en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, muestran que la gran mayoría de los estudiantes y las estudiantes LGBTI encuestados (83%) han sido testigos de al menos un incidente de acoso contra estudiantes LGBTI en la escuela en el último año.

En cuanto a España, la seguridad del estudiantado LGBTI parece depender de si se tiene la suerte que se tenga al vivir en una región que ha desarrollado políticas educativas inclusivas o no, y del contexto político del momento. Esto significa que nuestros derechos están constantemente amenazados. El avance de la extrema derecha y la vuelta a posiciones ultraconservadoras es un duro recordatorio de lo fácil que es abolir ciertos derechos fundamentales de las personas LGTBI.

Seguimos recordando que no existe nadie más ciego que quien se niega a ver y que los beneficios de la diversidad aún no se enseñan de forma automática y uniforme en los sistemas educativos. Muy a menudo, la historia y las experiencias de las comunidades LGBTI se ocultan en la educación. El informe muestra que el 53% de los encuestados en Europa nunca ha recibido información sobre orientación sexual y el 73% sobre identidad y expresión de género. Menos de uno de cada cinco encuestados declaró haber recibido representaciones positivas de las personas LGBTI en su escuela.

Pero esto no tiene por qué ser así. En la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCOO), dotamos a las escuelas de la información y las herramientas que necesitan para apoyar al estudiantado y profesorado LGBTI. Por ejemplo, tenemos el caso de los padres de una joven que no aceptaban que fuera homosexual. Estaba a punto de empezar la escuela secundaria y quería ser abierta con sus amigos. La escuela tomó la iniciativa de ponerse en contacto con nosotros para pedirnos consejos sobre cómo afrontar esta situación. Con nuestra orientación, la niña empezó a ir a la escuela, donde se sintió apoyada y ahora está prosperando en un ambiente donde se acepta su orientación sexual.

Nunca deja de sorprendernos que cuando la información se comunica con claridad, con compasión y franqueza, el resultado es siempre un entorno solidario e integrador. Por ejemplo, cuando un profesor trans se puso en contacto con nosotros porque quería dar a conocer a sus alumnos su identidad y orientación de género. En este caso, el profesor y los alumnos descubrieron muchas cosas sobre sí mismos: pudieron celebrar realmente las diferencias de cada uno. Es vital que todos los y las profesores tengan estas habilidades. Supone una gran diferencia y crea un fuerte sentido de pertenencia para el alumnado LGBTI en la comunidad escolar. Garantiza que su identidad y expresión de género no conduzcan a una mayor exclusión y marginación. 

Historias como éstas podrían marcar una verdadera diferencia para ayudar a la gente a entender las necesidades del alumnado y el personal LGBTI. Viniendo de la comunidad docente, nos pareció desgarrador escuchar en el Informe que más del 80% de los incidentes de acoso denunciados por los y las estudiantes fueron ignorados. Si los estudiantes LGBTI no se sienten escuchados, la desigualdad persistirá.

Las escuelas necesitan sistemas sólidos capaces de controlar la discriminación y la violencia contra el alumnado LGBTI.  Los y las estudiantes deben estar en el centro de estos esfuerzos. Por ejemplo, a través de clubes y espacios que ofrezcan sistemas de apoyo al alumnado que haya sido víctima de acoso o violencia.

El Gobierno español está debatiendo actualmente una nueva ley LGTBI de igualdad de trato y una ley para la igualdad de las personas trans que ampare y consolide los derechos de todas las personas LGTBI.  Este ley está generando una reactividad sin precedentes con el desarrollo de debates de personas que desean impedir a toda costa y sin ningún razonamiento el derecho de las personas trans a una vida libre, emancipada, despatologizada y que garantice su vivencia plenamente.

Cuando todos los y las estudiantes, independientemente de sus diferencias, se sienten seguros y acogidos, el acoso y los incidentes violentos disminuyen, y pueden alcanzar su máximo potencial. Para que las escuelas acojan a a todo el alumnado, es fundamental que el personal docente esté formado y capacitado con los conocimientos necesarios para impartir planes de estudio inclusivos. Si un profesor no inspira confianza a sus alumnos -sabiendo que las situaciones de acoso y violencia se abordarán de forma eficaz -éstos no estarán dispuestos a revelar su identidad y orientación sexual. Seguirán escondiéndose.

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