Un tercio de los países no está tomando medidas para ayudar a niños y niñas a ponerse al día post COVID-19

Por: Manos Antoninis, Director del Informe GEM y Silvia Montoya, Directora del Instituto de Estadística de la UNESCO

Según un nuevo informe mundial de la UNESCO, la UNICEF, el Banco Mundial y la OCDE sobre una encuesta de las respuestas educativas nacionales al cierre de escuelas tras el COVID-19, realizada en colaboración con el Informe GEM, solo un tercio de los países está tomando medidas para medir las pérdidas de aprendizaje en la enseñanza primaria y el primer ciclo de secundaria, mientras que un tercio no está implementando programas de recuperación.

En 2020, las escuelas de todo el mundo cerraron por completo durante, en promedio, 79 días lectivos en los cuatro niveles educativos (preescolar, primaria, primer ciclo de secundaria y segundo ciclo de secundaria). Los cierres oscilaron entre 53 días en los países de ingresos altos y 115 días en los de ingresos medios-bajos.

Con la reapertura de las escuelas, menos de un tercio de los países de ingresos bajos y medios informaron de que todo el alumnado había regresado a las aulas, lo que aumenta el riesgo de abandono escolar prematuro. Además, solo uno de cada cuatro países ofrece incentivos como dinero en efectivo, alimentos, transporte o exención de tasas de matriculación para ayudar a las niñas o a los niños de familias desfavorecidas a volver a la escuela.

Realizada con el apoyo financiero de la Alianza Mundial para la Educación (GPE, por sus siglas en inglés), en total 142 países respondieron a la encuesta que abarca el periodo de febrero a mayo de 2021. Es la tercera iteración de la encuesta, ya que los ciclos anteriores abarcaron los períodos de mayo a junio y de julio a octubre de 2020, respectivamente.

Las respuestas de los países documentan cómo están monitoreando y mitigando las pérdidas de aprendizaje, abordando el desafío de reabrir las escuelas de manera segura e implementando estrategias de aprendizaje a distancia. Algunas de las principales conclusiones son las siguientes:

  • Para compensar el cierre de escuelas, los países han respondido con una serie de medidas para mitigar las posibles pérdidas de aprendizaje: Alrededor del 40% de los países ampliaron el año académico, mientras que un poco más del 40% dio prioridad a ciertas áreas o competencias del currículo. Sin embargo, más de la mitad de los países informaron de que no se han hecho ni se harán ajustes en ningún nivel educativo.
  • A nivel mundial, el 28% de los países anuló los exámenes en el primer ciclo de secundaria y el 18% lo hizo en el segundo ciclo.
  • La revisión de las políticas de acceso fue poco frecuente, especialmente en el caso de las niñas, lo que es preocupante, ya que las adolescentes corren el mayor riesgo de no volver a la escuela en los países de ingresos bajos y medios-bajos.
  • Los países de ingresos bajos están rezagados en la implementación de incluso las medidas más básicas para garantizar un regreso seguro a la escuela: por ejemplo, menos del 10% informó de que disponía de suficiente jabón, agua limpia, instalaciones de saneamiento e higiene, y máscaras para garantizar la seguridad de todos los educandos y miembros del personal, en comparación con el 96% de los países de ingresos altos.
  • La mayoría de los países informaron que el personal docente es o será un objetivo prioritario para la vacunación contra el COVID-19, ya sea a través de una medida nacional de inmunización (59%) o a través de la iniciativa COVAX (7%).

La encuesta también resalta la implementación y la eficacia de la formación a distancia y el apoyo conexo a más de un año de la pandemia. Los resultados muestran que:

  • La mayoría de los países, en todos los grupos de ingresos, adoptaron diversas medidas para proporcionar aprendizaje a distancia y dieron instrucciones correspondientes a las y los maestros (89%). Sin embargo, en ciertos casos estas soluciones no fueron adoptadas por el alumnado. Más de un tercio de los países de ingresos bajos y medios-bajos que proporcionaron clases a través de la televisión o la radio informaron de que se llegó a menos de la mitad de las y los alumnos de primaria.
  • El informe señala que para garantizar la aceptación y el compromiso del alumnado se necesitan estrategias de aprendizaje a distancia adaptadas al contexto, así como el compromiso de los padres y las madres y el apoyo del personal docente. Asimismo, no siempre se evalúa la eficacia del aprendizaje a distancia. Solo el 27% de los países de ingresos bajos y medios-bajos respondieron que tenían una política de aprendizaje digital plenamente implementada, en comparación con la mitad de los países de ingresos altos.

Estas conclusiones subrayan la importancia de reabrir las escuelas de forma segura, de impartir clases de recuperación y de establecer sistemas de aprendizaje a distancia más eficaces y más resistentes a futuras crisis.

Los resultados del informe serán presentados hoy 13 de julio de 2021, durante un seminario web a las 17.00 horas, hora de París.

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