Algunos donantes están transfiriendo su ayuda a la educación secundaria

Un reciente documento de política del Informe GEM que contiene datos sobre los gastos de ayuda en el 2014 revela que, desde hace varios años, la ayuda para la educación se ha estancado a un nivel que no solo está por debajo de lo que se necesita, pero inclusive ha caído de los niveles alcanzados hace algunos años. En comparación con su nivel máximo en el 2010, la ayuda total para la educación en el 2014 cayó por un 8%, mientras que la ayuda total para la educación básica cayó por un 14%.

Pero también revela cambios sutiles, indicando que los donantes siguen incrementando el porcentaje de la ayuda asignado a la educación secundaria. El porcentaje asignado a la educación básica (para la educación pre-primaria y primaria así como las habilidades básicas) de la ayuda total para la educación en el 2014 cayó por 3 puntos porcentuales en comparación con el nivel máximo alcanzado en el 2010. En cambio, el porcentaje asignado a la educación secundaria creció de 12% en el 2005 a 16% en el 2010  21% en el 2014.

Distribución de la ayuda total para la educación por sector, 2003–2014

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Fuente:  Análisis del equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo basado en el sistema de notificación de acreedores (Creditor Reporting System) de la OCDE (2016)

Durante este periodo, es posible que la tendencia más notable sea el aumento constante de los desembolsos del Reino Unido y el Banco Mundial, que incrementaron su ayuda para la educación secundaria por casi US$400 millones por año entre 2002/03 y 2013/14. Entre los dos, actualmente contribuyen casi US$1,000 millones a la educación secundaria. En el caso del Reino Unido, esto equivale a un incremento de casi diez veces lo que contribuía al inicio del periodo.

Entre los otros principales diez donantes, se observan diferentes tendencias. Por ejemplo, la Unión Europea y los Países Bajos han reducido el porcentaje de ayuda que asignan a la educación básica, favoreciendo en su lugar a la educación pos-secundaria. Australia, Noruega y los Estados Unidos han incrementado el porcentaje de la ayuda que le asignan a la educación básica. Francia, Alemania y Japón siguen asignando un porcentaje elevado de su ayuda total a la educación pos-secundaria.

Distribución de la ayuda total para la educación por sector, principales diez donantes, 2002/04, 2008/10, y 2012/14

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Fuente:  Análisis del equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo basado en el sistema de notificación de acreedores (Creditor Reporting System) de la OCDE (2016)

¿Y la educación básica?

Al mismo tiempo, la ayuda para la educación básica asignada a África subsahariana, donde viven más de la mitad de los niños que están fuera de la escuela, cayó por debajo de los US$1,500 millones en el 2014, volviendo a los niveles de 2002/03. Aunque esta cantidad no toma en cuenta la financiación para estos países a través de la Alianza Mundial para la Educación, es un retroceso grave.

Entre los países de bajos ingresos, se observan diferentes tendencias. Dos países han beneficiado de grandes incrementos. La ayuda para la educación básica asignada a Etiopía creció de US$47 millones en el 2002 a US$259 millones en el 2014. La ayuda para Afganistán, a su vez, fue quince veces mayor, alcanzando los US$278 millones en el 2014.

Sin embargo, los otros principales nueve países de bajos ingresos beneficiarios, que han recibido la mayor ayuda para la educación básica desde el 2002, confrontaron una reducción entre 2008/10 y 2012/14, que fue de un 12% en la República Democrática del Congo a un 60% en Malí. Dos países han visto una gran disminución de la ayuda que reciben para la educación básica desde 2002/04, la República Unida de Tanzania (de un 55%) y Uganda (de un 69%).

La ayuda total para la educación, principales once países de bajos ingresos beneficiarios (2002-14)

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¿Por qué hay donantes que están trasladando su apoyo tan dramáticamente a la educación secundaria?

Es posible que la progresión del porcentaje de la ayuda que se asigna a la educación secundaria se relacione con el cambio de énfasis del ODS4 de la agenda de Educación 2030. Tal vez algunos donantes piensan que el éxito aparente de expandir la infraestructura de la educación primaria ahora se puede replicar al nivel secundario. Algunas organizaciones activistas de la sociedad civil, como el Fondo Malala, también apoyan el argumento de 12 años de educación para cada niño. Esto se basa en evidencia que indica que la educación secundaria es esencial para adquirir habilidades clave y para influir en las vidas de jóvenes adolescentes. La expansión del acceso a la educación secundaria contribuirá a la transición de la educación primaria, mitigando de tal forma las inquietudes de los padres de familia que sienten que las oportunidades al salir de la escuela primaria son limitadas o inexistentes.

Desarrollar nuestras ambiciones, y aspirar a más, es positivo. Pero el objetivo inconcluso de la culminación universal del ciclo primario no se puede olvidar. Y parece ser que los donantes no han recibido nuestro mensaje señalando que, según las tendencias actuales, ni siquiera este derecho humano fundamental se logrará de aquí al 2030. ¿Acaso no es demasiado pronto para cambiar de énfasis?

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