Los esfuerzos por disponer de datos desglosados deben continuar en el Caribe

Las encuestas representativas a nivel nacional que formulan preguntas relacionadas con la educación y los antecedentes individuales de manera comparable a lo largo del tiempo son cruciales para el seguimiento de la equidad en la educación a nivel mundial. Sin embargo, el 41% de los países, que representan el 13% de la población, no han realizado una encuesta de hogares o no han puesto sus datos a disposición del público desde 2015.

El Caribe es una de las subregiones con las tasas de cobertura de encuestas más bajas, según recordó el Informe GEM a los participantes en un evento celebrado en la región la semana pasada. Como mostramos en el último Informe Regional GEM para América Latina y el Caribe, solo 4 de 22 países tenían una encuesta disponible públicamente en este período: Belice (Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2015-16, MICS), República Dominicana (Encuesta Nacional Continua de Fuerza Laboral 2018), Haití (Encuesta Demográfica y de Salud 2016-17) y Surinam (MICS 2018).

Desde entonces, se ha completado la MICS de Cuba y se han publicado sus datos, mientras que se están procesando los datos de la MICS de 2019 de la República Dominicana. Los planes para las encuestas de Guyana, Jamaica, Santa Lucía, y Trinidad y Tobago han quedado en suspenso debido al COVID-19. La Encuesta de Condiciones de Vida de Barbados de 2016 también se ha puesto recientemente a disposición a través del catálogo de la OIT.

Datos desglosados darían mayor visibilidad a los que se han quedado atrás en la región, ya sea por razones de género, situación socioeconómica o discapacidad. En Suriname, el 42% de los niños, en comparación con el 59% de las niñas, completan el primer ciclo de secundaria. En Belice, solo el 19% de los más pobres, en comparación con el 74% de los más ricos, completaron el segundo ciclo de secundaria en 2016. En promedio, en Trinidad y Tobago, era 10 puntos porcentuales menos probable que los jóvenes de 12 a 17 años con discapacidades asistieran a la escuela que los que no tenían discapacidades.

El tamaño pequeño de muchos estados insulares del Caribe aumenta el costo fijo y la dificultad de realizar encuestas con frecuencia. La mayoría de los países del Caribe realizan encuestas sobre la población activa, pero como éstas suelen centrarse en la población en edad de trabajar, a partir de los 15 años, no cubren la asistencia a la escuela de los niños. Además, como se centran en los resultados del mercado laboral, no siempre incluyen preguntas relacionadas con la educación.

El Caribe tampoco ha participado ampliamente en las evaluaciones transnacionales de aprendizaje a gran escala. Solo la República Dominicana participó en el PISA de 2018. Trinidad y Tobago participó en el PISA de 2009 y 2015. Aruba, Cuba y la República Dominicana fueron incluidos en el cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo, más conocido como ERCE 2019, cuyos resultados se esperan a finales de este año.

Los países del Caribe, bajo la coordinación de la Comunidad del Caribe (CARICOM), han trabajado para mejorar la recopilación, armonización y difusión de datos con el fin de realizar un mejor seguimiento de los ODS. El Informe de Referencia y Análisis de Situación de la Estrategia de Desarrollo de Recursos Humanos 2030, publicado hace un año, es un excelente esfuerzo regional, que también incluye cierto desglose entre zonas urbanas y rurales, que otras regiones podrían emular. Desde 2010, la Organización de Estados del Caribe Oriental también está elaborando un compendio estadístico sobre educación y política educativa (OECS, 2020). Pero es necesario hacer más para desglosar muchos indicadores con el fin de trazar el progreso hacia el objetivo de no dejar a nadie atrás.

Por ejemplo, se sabe muy poco sobre la migración intracaribeña o, especialmente, sobre la crisis venezolana, que ha supuesto un nuevo reto para la inclusión en la educación y la sociedad. Al menos 80.000 migrantes y refugiados venezolanos viven en países caribeños no hispanohablantes como Aruba, Curazao, Guyana, y Trinidad y Tobago; en Aruba, representan el 15% de la población. Su presencia pone a prueba la capacidad de los sistemas educativos. La mejora de los datos ayudará a informar sobre las respuestas necesarias y a atender las necesidades tanto de los anfitriones como de los recién llegados.

Qué datos recopilamos y cómo los recopilamos es un factor crítico para cumplir el compromiso de lograr la inclusión en la educación para 2030. Esto también es cierto para el Caribe.

Lea el informe de ALC sobre inclusión y educación

Vea la grabación del evento

Lea una hoja informativa sobre la inclusión y la educación en el Caribe.

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