Los niños indocumentados no pueden ir a la escuela en Sudáfrica: “El sistema les está fallando”

Este contenido proviene de nuestra nueva versión interactiva para jóvenes del Informe GEM 2019.

Kutenda es un niño zimbabuense de 13 años que vive en Sudáfrica y tiene suerte de estar en la escuela. No tiene documentación porque los requisitos del país en lo que refiere a permisos para migrantes de Zimbabwe han cambiado muchas veces. El último sistema de permisos que es específicamente para los migrantes de Zimbabwe expiró en 2017, por lo que las familias ahora tienen que solicitar nuevos permisos, así como nuevos permisos de estudio para sus hijos. Estos pueden tardar de 6 a 12 meses en ser emitidos, lo que deja a muchos niños zimbabuenses como “ilegales” en el país. Kutenda solo puede continuar sus estudios porque su director ha asumido un riesgo personal.

SA 1Gary, el director, corre el riesgo de una multa de 5,000 Rand sudafricanos (US$350) por niño indocumentado al que deja asistir a su escuela. En el pasado, cuando habían 63 de esos niños en la escuela, podría haber sido multado personalmente hasta ZAR315,000, o US$22,150. “No me considero el mejor. Me apasiona la educación. En muchos casos, las escuelas no les permiten entrar porque siguen las disposiciones a la letra. Eso no lo puedo entender.

El sistema les está fallando. Es un derecho constitucional que un niño sea educado, pero parece que los Asuntos Internos anulan la constitución. Si no estuvieran en la escuela, ¿dónde estarían? Estarían en las calles; se convertirían en delincuentes. Por ello, al tener a los niños en la escuela –educándolos, enseñándoles valores y actitudes– se convertirán en mejores personas, y algún día eso puede beneficiar al país y a su economía”.

A pesar de los compromisos con la no-discriminación que resultan de diferentes tratados, condicionar el derecho a la educación a la ciudadanía y/o al estado de residencia legal es quizás la forma más común de excluir explícitamente a los migrantes en las constituciones o en la legislación educativa.

SA 2La Constitución de Sudáfrica, así como la legislación nacional de educación, garantiza el derecho a la educación de todos los niños, independientemente de su situación migratoria o jurídica. Sin embargo, la Ley de Inmigración de 2002 impide que los inmigrantes indocumentados se inscriban. La inscripción provisional se permite sin documentos, pero esta regla a menudo se ignora.

Al monitorear esta situación desde el lanzamiento del Informe GEM 2019, podemos ver cómo esta política que restringe el acceso de los inmigrantes a la educación, en lugar de mejorar, se ha consolidado. El 25 de enero, el Child Law Centre perdió su caso para obtener 37 plazas escolares para niños inmigrantes indocumentados ante el Tribunal Superior de Grahamstown, en el Cabo Oriental. Estos niños han sido excluidos de la escuela desde 2014 o 2015 porque sus padres y tutores no pueden proporcionarles sus certificados de nacimiento, a pesar de los múltiples intentos de solicitar los documentos en sus países de origen.

Todos los niños de 6 a 17 años o fueron retirados de la escuela o se les negaron sus solicitudes de inscripción, en violación directa de su derecho a una educación básica, garantizada por la Constitución de Sudáfrica. Actualmente, el Child Law Centre se está preparando para apelar ante la Corte Constitucional en nombre de estos niños.

Recomendación: Proteger el derecho a la educación de los migrantes y refugiados, independientemente de sus documentos de identificación o estado de residencia

Las barreras discriminatorias, que están prohibidas en los acuerdos legales y políticos internacionales, también deben estar explícitamente prohibidas por la ley. Los reglamentos no deben dejar áreas grises para la reinterpretación a diferentes niveles del sistema educativo o por parte de funcionarios a nivel individual. Asimismo, las autoridades deben garantizar que las familias migrantes y desplazadas conozcan sus derechos y se les proporcione información sobre cómo inscribirse y progresar en la escuela. La cantidad de tiempo que los migrantes y los refugiados pasan fuera de la escuela debe reducirse al mínimo, con el objetivo de que los niños refugiados no permanezcan fuera de ella por más de tres meses.

Por favor descargue el informe para jóvenes

spanish youth report coverLos jóvenes pueden usarlo para informar sus campañas y actividades de abogacía, mientras que las historias pueden enseñar sobre el estado de la educación y los desafíos de sus compañeros en todo el mundo.

Los maestros pueden usarlo como una herramienta pedagógica o de ayuda en el aula para discutir temas clave sobre la migración y el desplazamiento en todo el mundo, tomando cada historia a su vez, discutiendo su contexto, sus implicaciones y sus soluciones.

Las iniciativas que pueden adoptar para apoyar las iniciativas del Informe para Jóvenes incluyen:

  1. Tuitear las historias y recomendaciones del Informe usando el hashtag #EducationOnTheMove
  2. Encontrar más historias y los asociados llamamientos al cambio en la página principal de la campaña
  3. Compartir su propia historia de lo que es acceder a la educación cuando se está en movimiento a través de la página principal de la campaña y ayudarnos a crear conciencia sobre los problemas que requieren atención.
  4. Desarrollar una campaña de abogacía en torno a una de las recomendaciones, compartiendo los datos clave, las estadísticas y los llamamientos para el cambio con redes juveniles y los medios de comunicación, y en eventos.
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