La Educación Plurilingüe: un camino de rupturas con el orden colonial en el Estado Plurinacional de Bolivia

Por: Virginia Beatriz Pérez, docente universitaria, investigadora y educadora popular. Ha sido Directora Ejecutiva de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) y miembro del Comité Ejecutivo de CLADE, así como del Foro de Educación Boliviana y del Foro de Educación de la Cooperación Española (AECID). Virginia Beatriz Pérez es la autora del estudio de caso “Educación Intercultural bilingüe e inclusión escolar en Bolivia”, preparado en el marco del Informe GEM 2020 América Latina y el Caribe- Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción

El Estado Plurinacional de Bolivia, fundado en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, establece en la Constitución Política y las leyes, derechos lingüísticos y culturales, individuales y colectivos. Adopta como idiomas oficiales 36 idiomas, incluyendo el castellano, Aymara, Araona, Baure, Bésiro, Canichana, Cavineño, Cayubaba, Chácobo, Chimane, Ese ejja, Guaraní, Guarasu’we, Guarayu, Itonama, Leco, Machajuyai-kallawaya, Machineri, Maropa, Mojeño-Trinitario, Mojeño-Ignaciano, Moré, Mosetén, Movima, Pacawara, Puquina, Quechua, Sirionó, Tacana, Tapiete, Toromona, Uru-Chipaya, Weenhayek, Yaminawa, Yuki, Yuracaré y Zamuco.

Asimismo, se declaran patrimonio oral intangible y se adopta el uso de dos lenguas oficiales, el castellano y un idioma originario propio del territorio que se amplía al ámbito nacional, departamental y municipal. En este proceso, cambia el orden de prioridades lingüísticas generando rupturas de prácticas de exclusión y descalificación cultural. Así lo reconoce el director de la Unidad Educativa M.S, Villa Montes, Nicolás Sapiranda:

“era una necesidad – de las niñas y los niños-, … la escuela no puede desconocer la lengua de nuestros estudiantes, es oral y al usar entienden y aprenden mejor… participaban más y dejan su encierro, su propio silencio…!!!” (Unidad Educativa M.S., Villa Montes. Provincia Gran Chaco, Tarija, 2019) 

Una educación fundada en la diversidad

La Ley de Educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez (ASEP 2010), establece que toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación; garantiza el acceso a una educación intracultural, intercultural y plurilingüe que responda a la diversidad sociocultural y lingüística.

Desde esta nueva visión, la educación está orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas; es única en calidad, diversa y plural en su aplicación y pertinencia a cada contexto geográfico, cultural y lingüístico. Es descolonizadora, liberadora, democrática y participativa. En este contexto se instituye la educación en lengua materna y su uso se convierte en una necesidad pedagógica que refuerza la recuperación de saberes y conocimientos propios y universales.

Crédito: UNI277173/Ariel Duranboger

El desarrollo curricular: Una apuesta descolonizadora 

En la perspectiva de la Ley ASEP, el currículo es asumido como el espacio privilegiado de la transformación. Es el puente entre los fundamentos teóricos y la práctica educativa, que tiene como base valores sociocomunitarios y da lugar al desarrollo de las lenguas originarias. También permite fortalecer identidades étnicas y relaciones interculturales que generan un nuevo pensamiento y conciencia crítica respecto a la vida, la naturaleza y el cosmos, para Vivir Bien.

La organización curricular está constituida por tres instancias que se complementan entre sí; el Currículo Base (CB) que es de carácter intercultural, produce y articula saberes y conocimientos universales, capacidades creativas y nuevas propuestas metodológicas que favorecen el desarrollo lingüístico e involucran en situaciones de aprendizajes a la comunidad.

El Currículo Regionalizado (CR) es intracultural, adopta las características particulares del contexto sociocultural, lingüístico y productivo que configuran la identidad de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Se concreta en planes, programas, objetivos, contenidos, orientaciones metodológicas y de evaluación; es armonizado con el Currículo Base, sus lineamientos preservan la integridad del Sistema Educativo Plurinacional.

En la construcción y gestión del CR interviene el Ministerio de Educación y las organizaciones territoriales autónomas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, hecho inédito en la historia de la educación del país. Los Consejos Educativos de Pueblos Originarios han asumido esta responsabilidad con autonomía y una importante capacidad organizativa y de propuesta, su contenido traduce un conjunto de demandas históricas como la revitalización y el fortalecimiento de las nacionalidades indígenas originarias.

En cuanto al Currículo Diversificado (CD), operativamente sintetiza el CB y el CR y es de naturaleza local, se centra en las particularidades del contexto de las unidades educativas, su práctica produce situaciones de aprendizaje en lenguas originarias que se encuadra en el proyecto sociocomunitario productivo de la unidad educativa. 

La estructura curricular, fortalece la inclusión educativa y promueve una interculturalidad liberadora donde el bilingüismo en igualdad es un elemento más de un proyecto emancipador.

“… estamos trabajando en experiencias de inclusión, como un derecho de todos, a través de las escuelas de Rivera de Rio, Escuelas de Frontera, Escuelas Liberadoras… en este esfuerzo el idioma originario nos abre a la realidad …, sentimos y valoramos su uso… aprendemos viviendo” (Ministerio de Educación. UPIIP; Ana Cayampi, 2019).

Algunos avances y desafíos

Entre los avances más significativos está:

  1. La creación del Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas – IPELC, que como institución estatal es estratégica, responde a la realidad plurinacional, pluricultural y plurilingüe del país y tiene poder de decisión en la formulación de políticas y acciones.
  2. El desarrollo lingüístico, promovido desde el Estado a través de la creación y funcionamiento de 28 Institutos de lenguas y cultura que viene produciendo estudios, investigaciones, materiales y procesos de difusión orientados a avanzar en la universalización de los idiomas originarios.
  3. La participación institucionalizada de los consejos educativos de NyPOs en la construcción de políticas educativas lingüísticas que permite romper con enfoques tradicionales sobre la construcción de políticas educativas.
  4. La elaboración de los currículos regionalizados y su aprobación que ha dado lugar a desarrollar procesos de recuperación y sistematización de saberes y conocimientos, construir metodologías, materiales y fortalecer capacidades propias en los consejos educativos de las NyPOs.

También existen dificultades que tienen que ver con:

  1. La docencia y la formación para responder a realidades educativas plurilingües que se vienen generando en los contextos educativos
  2. La gestión institucional y de aula en territorios de lengua originaria
  3. El uso de lenguas originarias, muchas veces cuestionado, en la implementación de los proyectos educativos 
  4. Las observaciones al enfoque de la Ley ASEP que construyen opiniones contrarias a su aplicación.

Bolivia vive un proceso de transformación a nivel nacional que es evidente en la relación entre el estado y los pueblos indígenas. La intraculturalidad, la interculturalidad y el plurilingüismo se han convertido en principios estructurantes de la educación que han permitido avanzar hacia la inclusión y la justicia con los pueblos  indígenas  desde  el reconocimiento de sus saberes, conocimientos y lenguas, en un proceso de descolonización educativa.

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