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Si no proporcionamos una educación en sexualidad de calidad a los jóvenes, el mundo digital lo hará

Joanna Herat, especialista sénior del programa de salud y educación de la UNESCO, con experiencia en la educación en sexualidad integral, el VIH y la violencia de género relacionada con la escuela. Joanna dirige el equipo que organiza el Simposio Switched On (“Conectados”) en Estambul (Turquía), del 19 al 21 de febrero de 2020, en torno a la educación en sexualidad en el espacio digital.

Demasiados jóvenes crecen sin una educación en sexualidad integral de calidad (ESI), del tipo que va más allá de los fundamentos del sexo y la reproducción, para cubrir temas como las relaciones, la igualdad de género, la imagen corporal y el consentimiento. Si bien es difícil decir a cuántas personas afecta esto, es justo decir que miles, tal vez millones, de jóvenes llegan a la edad adulta con mensajes confusos, conflictivos y a menudo negativos sobre la sexualidad, exacerbados por el silencio avergonzado de los adultos.

social media concept
Foto: Getty/Ryan King

La necesidad y el deseo de una mayor educación en sexualidad están ahí. Miren el éxito de la comedia dramática sobre la mayoría de edad Educación Sexual de Netflix, de 2019, que responde a la gran cantidad de preguntas que los jóvenes tienen sobre el crecimiento, sus cuerpos cambiantes, el sexo y el amor. Entre las a menudo hilarantes pruebas de la vida adolescente, la serie trata de temas graves como la violencia de género relacionada con la escuela, la violencia y el acoso escolar, la sexualidad y la identidad.

No es de extrañar, pues, que cada vez más jóvenes acudan a los espacios digitales en busca de información sobre el sexo y las relaciones, atraídos por la privacidad y el anonimato que pueden ofrecer. Una nueva nota técnico que publicamos para el Simposio en Estambul de esta semana muestra que un 71% de los jóvenes de 15 a 24 años han buscado educación e información sobre la sexualidad en línea en los últimos 12 meses. Algunos pueden estar buscando información en forma de entretenimiento como en la Educación Sexual de Netflix, o en un formato más educativo como ciertas páginas web, grupos de chat, sitios de los medios sociales y a través de influenciadores de los medios sociales.

¿Qué tan conectados están los jóvenes?

Como se menciona en nuestra nueva nota, la Unión Internacional de Telecomunicaciones encontró que el 70% de los jóvenes de 15 a 24 años están en línea, aunque su distribución no sea uniforme en todas las regiones. En los países más desarrollados, el 94% de los jóvenes de 15 a 24 años usan Internet. Esta cifra desciende al 67% de los jóvenes en los países en desarrollo y solo al 30% en los países menos adelantados (PMA). Los jóvenes africanos son los menos conectados. Alrededor del 60% no están conectados, en comparación con solo el 4% en Europa.

Para aquellos que tienen acceso, los espacios digitales ofrecen una gran oportunidad para aprender sobre la sexualidad. Pueden proporcionar un espacio seguro para hablar de temas como la menstruación, el sexo, las relaciones y la seguridad. También pueden crear comunidades de personas con intereses o necesidades similares, como los jóvenes con discapacidades o los que tienen orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género diversas.

¿Qué piensan los jóvenes?

La nueva nota técnica de la UNESCO de hoy revela las conclusiones de dos análisis encargados por la UNESCO en 2019. Uno de los análisis examinó la forma en que los contenidos digitales influyen en los conocimientos, las actitudes y el comportamiento de los jóvenes, y el otro se centró en una investigación primaria con jóvenes de todo el mundo.

Los temas a los que los jóvenes accedieron más en línea fueron las infecciones de transmisión sexual (ITS) o el VIH; la cultura, la sociedad y la sexualidad; el acoso, el abuso y la violencia sexuales; y las relaciones personales. Los adolescentes de 10 a 14 años estaban más interesados en aprender sobre los cambios en sus cuerpos que sobre el sexo y las relaciones.

El acceso de los jóvenes a la información varía según la edad. Una abrumadora mayoría de los adolescentes de mediana edad (85%) y de los jóvenes de más edad (91%) utilizan regularmente aplicaciones móviles, y ambos grupos de edad muestran una marcada preferencia por los foros de discusión, los servicios de mensajería y los medios sociales. Por el contrario, las plataformas de vídeo y los sitios web solo las utilizan ocasionalmente 9 de cada 10 jóvenes.

Parece que para muchos jóvenes la educación en sexualidad en línea es un gran complemento de la enseñanza tradicional en el aula sobre el tema y, para algunos, puede ser el único lugar en que acceden a ella. Los jóvenes a menudo recurren a los espacios digitales porque no pueden acceder rápida y convenientemente a la información en otros lugares.

Según la nota técnica, todos los jóvenes que participaron en los estudios de la UNESCO de 2019 informaron de que se habían visto influidos positivamente por el contenido al que accedían en línea y que consideraban que tenía un efecto positivo en su comportamiento. Los adolescentes más jóvenes dijeron que preferían la información escrita a las conversaciones cara a cara, probablemente debido a su incomodidad al hablar del cuerpo, el sexo y las relaciones. A medida que crecen, los jóvenes también aprecian las interacciones que no son en línea, asumiendo que pueden ser más verificables.

¿Cómo protegemos la educación en sexualidad digital?

Al igual que en el mundo no digital, hay riesgos en línea para los niños y jóvenes. Los espacios digitales no son inmunes a la estigmatización, el acoso y la coerción, y la violencia sexual y de género. Algunos grupos son especialmente vulnerables, en particular las mujeres y las niñas, las mujeres que sufren violencia en el mundo no digital, las minorías raciales y étnicas y las personas LGBTI, los defensores y activistas de los derechos humanos, y las personas de la esfera pública.

La información disponible en los espacios digitales debería ayudar a los jóvenes a tomar decisiones conscientes, sanas y respetuosas sobre las relaciones, el sexo y la reproducción. Sin embargo, en muchos casos en línea, la información es inexacta y perjudicial. Esto incluye la pornografía, que rara vez muestra las prácticas sexuales más seguras y a menudo propaga estereotipos sobre el género, el sexismo, la objetivación sexual y actitudes que favorecen la violencia. Un importante sitio web de pornografía informó 42.000 millones de visitas a su sitio en 2019, con más de 115 millones de visitas diarias en todo el mundo. Los jóvenes de 18 a 24 años ocuparon el segundo lugar entre los consumidores, aunque no se dispone de datos sobre los menores de 18 años.

Es importante que se apoye a los jóvenes para que examinen críticamente la información y los mensajes que reciben en los espacios digitales. Por esta razón, la educación en sexualidad integral, tal como se describe en las Orientaciones Técnicas de la ONU, es una pieza fundamental del rompecabezas, ya que proporciona a los jóvenes el conocimiento y las habilidades que necesitan para dar sentido a las imágenes, prácticas, normas y guiones que ven en línea. Les ayuda a entender los aspectos de la sexualidad que a veces están ausentes en línea, como la intimidad emocional, el consentimiento y la discusión de la anticoncepción moderna.

¿Qué va a pasar en Estambul, Turquía?

170 personas se reunirán en Estambul, Turquía, esta semana para el simposio Switched On, en torno a la educación en sexualidad en el espacio digital. Es el resultado de una asociación entre la UNESCO, el UNFPA, la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) y el Centro Federal de Educación para la Salud (BZgA).

Queremos entender cómo los creadores de contenidos están impartiendo educación en sexualidad a través de las plataformas digitales y, lo que es más importante, cómo asegurarnos de que los jóvenes reciban información precisa y sin prejuicios. Esto significa más investigación sobre la eficacia de la educación en sexualidad digital y su adecuación a los diferentes grupos de edad, así como más información sobre la relación entre la educación en sexualidad cara a cara y la que se da en línea.

Es por ello que estamos celebrando este simposio sobre la educación en sexualidad en el espacio digital, y que hemos publicado una nueva nota técnica sobre el tema. Es porque la UNESCO, y sus socios, tienen un compromiso duradero de asegurar que todos los niños y jóvenes tengan los conocimientos, las aptitudes, las actitudes y los valores que les permitan alcanzar su salud, bienestar y dignidad.

Para lograrlo, necesitamos poner a disposición de todos la educación en sexualidad integral, un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en los currículos sobre los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Esto puede ser en el aula, a través de un iPad o una aplicación telefónica, o en línea, aunque se necesita más investigación sobre dónde deben establecerse los límites en línea y cómo pueden definirse –  algo que esperamos discutir esta semana en Estambul.

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